Fuenteovejuna y el extintor
Todos los clientes y empleados de una gran tienda de Alcalá de Henares frustran el robo de decenas de ordenadores y retienen a los ladrones
TONO CALLEJA - Alcalá de Henares
Como en la obra de Lope Fuenteovejuna, donde todo el pueblo se inculpa, la acción unánime de los clientes y empleados de un centro comercial de Alcalá de Henares logró la detención de dos de los tres ladrones que ayer trataban de robar al descuido decenas de ordenadores portátiles. Casi todos los clientes y empleados de un comercio de electrodomésticos e informática, ubicado en el exterior del centro comercial La Dehesa de Alcalá de Henares, logró ayer por la tarde abortar primero, y posteriormente retener, a dos de los tres jóvenes que trataban de llevarse al descuido ordenadores portátiles por un valor de 12.000 euros, según confirmó ayer José Miguel López, director de Seguridad de la firma.
Los hechos ocurrieron sobre las seis de la tarde, cuando en la tienda había unos 300 clientes. Tres jóvenes, que habían entrado minutos antes, y que habían recorrido varios de los expositores, iniciaron un movimiento brusco que alertó a una de las empleadas. Esta lanzó un grito: "Ordenadores. Que se llevan los ordenadores". El alboroto hizo que Valentín, el vigilante jurado, que estaba en su primer día de trabajo, saltara como un resorte de su silla y acudiera en su ayuda. No fue el único, si no que varios clientes y trabajadores fueron al expositor. Los tres presuntos ladrones se dirigieron a la salida de emergencia, que no fueron capaces de abrir, ya que portaban decenas de ordenadores encadenados. Fue en ese momento cuando se vieron acorralados, ya que su única salida era el lado opuesto de la tienda, a más de 40 metros de distancia.
Pero su fuga no iba a ser nada posible, ya que en su camino por los pasillos, y pese a haberse desprendido de los objetos robados, sufrieron el acoso de una decena de clientes y trabajadores. Estos, en las puertas de salida de la tienda, redujeron e impidieron la fuga de dos de los tres delincuentes, tal y como confirma el visionado de las cámaras de seguridad. Gustavo, uno de los trabajadores, logró cerrar por fuera una puerta del comercio, lo que impidió la huida de uno de los dos detenidos, que fue interceptado en el suelo por dos clientes, uno de ellos de unos 55 años, y por Laura, una joven empleada que de forma valiente se interpuso en su camino. El otro de los arrestados cayó al suelo tras sufrir la zancadilla de otro trabajador de la tienda. Ambos fueron inmovilizados hasta la llegado de la Policía.
Pese a la labor conjunta de clientes y empleados de esta tienda de electrodomésticos, uno de los tres delincuentes logró escapar, tal y como relataba ayer una testigo presencial, cuyo hijo, David, ayudó a retener a los jóvenes. "Salió por la puerta principal, y dos minutos después volvió a entrar con un extintor".
Y fue entonces cuando con la cabeza tapada para evitar ser reconocido comenzó a lanzar el polvo, con la intención de conseguir que sus compañeros se liberaran de sus captores". Aunque no logró su objetivo, una vez más gracias a los empleados, que cerraron las puertas. "Era como en las películas. Lo único que nos faltaba era que volvieran armados o algo así. Nos dimos cuenta, especialmente después de que numerosos clientes nos lo pidieran, que teníamos que mantener las puertas cerradas, pese que el polvo del extintor era muy incómodo para todos", explica uno de los jóvenes que interceptó a los delincuentes, y que se llevó un fuerte golpe en la cara.
El polvo de los extintores no es tóxicoya que su componente es el bicarbonato sódico, pero sí muy irritante, motivo por el cual todas las personas que permanecieron en el local sin salir hasta las 19.00 horas, sufrieron irritaciones leves en la garganta y en los ojos, según confirmaron fuentes del 112.
Otra clienta aseguró además que una persona que vió como el tercer ladrón volvió al vehículo, en el que posteriormente se dio a la fuga, lanzó un objeto contundente contra uno de los cristales del todoterreno negro, marca Wolkswagen Tuareg, de quien tomó el número de la matrícula, información que comunicó a la Policía Judicial, que inspeccionó la zona en busca de huellas, algo que encontró en el extintor que lanzó el fugado contra el liente de 55 años.
El resultado de este Fuenteovejuna de Alcalá de Henares fue la detención de dos de los tres ladrones, y la fuga del tercero en un vehículo con un cristal roto y la matrícula conocida.
En el bando de 'los buenos', el parte médico se completaba con cuatro empleados con fuertes irritaciones en la gargante y en los ojos, aunque una de ellas, de unos 36 años, presentaba una contusión costal sufrida en el forcejeo. El cliente de 55 años también sufría una contusión en el costado. Tres de ellos fueron trasladados al hospital Príncipe De Asturias de Alcalá de Henares. Asimismo, una mujer embarazada de unos 30 años tuvo que ser atendida por un ataque de ansiedad, tras lo que fue dada de alta en el mismo lugar de los hechos.
"Nunca había visto una reacción semejante de los clientes de un comercio ante un robo", apunta el responsable de seguridad del establecimiento, que explica que la semana pasada ya había sufrido un intento de robo, "pero fue a las once y media de la noche, por lo que los clientes no nos pudieron ayudar", relata este empleado.
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