Aprender a detectar explosivos en los coches o simular la evacuación de políticos son algunas de las actividades desarrolladas en las dependencias del antiguo cuartel militar de sa Coma por los 32 policías locales de Ibiza que se han apuntado al curso de escoltas organizado por el Ayuntamiento.


Los monitores consideran que la educación y el protocolo son tan importantes como las técnicas de defensa y recuerdan que, a día de hoy, ningún político está amenazado en la isla.

IBIZA | RAÚL SÁNCHEZ Los alcaldes, concejales y demás cargos políticos de la isla pueden estar tranquilos, su seguridad no peligra. Así de convencido se mostró ayer uno de los dos monitores que han impartido un curso de técnicos de protección de autoridades (escoltas) a los 32 policías locales de Ibiza (30 hombres y dos mujeres) que se han inscrito voluntariamente.

En las antiguas dependencias militares de sa Coma los policías escolta han luchado contra supuestos tiradores, falsos terroristas y contra el tiempo ya que las dos jornadas al aire libre han sido frías y con lluvia intermitente. El curso se enmarca dentro de las iniciativas formativas del Ayuntamiento de Ibiza y es el segundo de estas características destinado a policías locales en la historia de la isla, según confirmaron los monitores.

Los policías locales sólo pueden escoltar a autoridades municipales, ya que de otros VIP (personas de relevancia política o social) se encarga el Ejército, las fuerzas de seguridad nacional (Policía y Guardia Civil) o los vigilantes privados que previamente han recibido un curso del Ministerio del Interior.
La preocupación por la vigilancia se ha incrementado en Balears desde el atentado de ETA del verano pasado en Mallorca, en el que murieron dos guardias civiles. Sin embargo, ningún político de Ibiza está amenazado a día de hoy.

«El protocolo y la educación son muy importantes, no existe el mito del escolta que salta delante de un político para llevarse el balazo», explicó uno de los monitores, con ejemplos prácticos de defensa en los que utilizó a los periodistas como presuntos agresores.
El curso es intensivo y tiene tres niveles, aunque aún no se ha concretado el número de horas que durará finalmente. En esta semana se han impartido 20 horas entre teoría y práctica. Los participantes son un subinspector, cuatro oficiales y 27 policías, el 30 por ciento de la plantilla de la Policía Local de Ibiza.

Los escoltas revisaron el coche de la alcaldesa, en el que encontraron cinco bombas lapa simuladas. «Es muy fácil colocar un artefacto explosivo», explicó uno de los monitores, que recordó que la función de los escoltas es detectar el problema y que los terroristas buscan información en Internet sobre cómo hacer bombas. De la desactivación se encargarían, en un caso real, los expertos en explosivos.
«El oficio de escolta es muy duro, hay que estudiar el vehículo y conlleva labores de contravigilancia», comentó el monitor, mientras explicaba los puntos débiles del cuerpo humano. «Si sabes cómo, es fácil inmovilizar a una persona», añadió.

«Intentamos evitar la violencia gratuita, enseñamos a aprender a no disparar», concluyó, mientras los alumnos participaban en un ejercicio práctico de situación hostil similar al Paintball recreativo. «A veces es mejor que un delincuente se lleve un balazo de pimienta en vez de 20 bastonazos, aunque sólo se utilizan con personas peligrosas o muy violentas», concluyó.

http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2010/03/13/alcaldes-prueba-bomba/396798.html