Los funcionarios de los juzgados de lo Social de Zaragoza se concentraron a mediodía de ayer en la calle Alfonso de Zaragoza, sede de la jurisdicción, para protestar por el "atasco" de asuntos que sufre el servicio y por la "falta de seguridad" del edificio que alberga los órganos judiciales.

"En noviembre se implantó un refuerzo insuficiente que aceleró los juicios sin que se agilizara la ejecución de las sentencias, y ahora los juzgados de lo Social están desbordados por el trabajo", denunció Ricardo Bueno, vicepresidente de la junta de personal.

El refuerzo consistió en la atribución de otro juez y un nuevo secretario para conformar otro juzgado de lo Social (el octavo en teoría). "Pero solo se dotó de dos funcionarios al servicio, cuando lo normal es que sean ocho", agregó Bueno, que subrayó que la crisis económica "ha supuesto un aumento del 100% de los asuntos que se tramitan, en particular despidos y cierres de empresas.

MÁS BUROCRACIA
Ahora, al objeto de normalizar la situación en los juzgados de lo Social, la junta de personal reclama que se dote de más personal al refuerzo, "dos funcionarios serían suficientes", durante los cinco meses que faltan hasta la extinción del servicio. "Hay que tener en cuenta que esta es la jurisdicción donde más ha aumentado el trabajo, por lo que tiene que ser aquí también donde más se vuelque el esfuerzo de la Administración autonómica", añadió el vicepresidente de la junta de personal.

En su opinión, el sistema actual "solo ha conseguido burocratizar los asuntos que se tramitan, que se tengan que dar más pasos y hacer más trámites, sin que el ciudadano haya obtenido ninguna ventaja, al contrario", comentó Bueno.

En lo que se refiere a la seguridad, el edificio de los juzgados solo cuenta con un vigilante que está en horario de 7.30 a 15.00 horas. De forma que, a partir de las tres de la tarde, "los juzgados, que ocupan tres plantas, se quedan totalmente desprotegidos, pese a que a menudo muchos juicios se prolongan hasta las seis de la tarde", aseguró Bueno.

Esta situación se produce desde el mes de enero, cuando, según la junta de personal, la Consejería de Justicia del Gobierno de Aragón decidió reforzar la vigilancia de la jurisdicción civil en el edificio que esta posee en la avenida Pablo Gargallo.

INTRUSOS
"Descubrieron que se habían colado unos intrusos y que incluso unos jóvenes se habían metido de noche para hacer botellón, y se aumentaron las medidas de control a costa de la sede de lo Social", señaló Bueno.

Los funcionarios no se sienten seguros desde el momento en que el único vigilante del edificio termina su jornada laboral. "A partir de las tres de la tarde, puede entrar aquí cualquier persona, sin que tenga que atravesar ningún control, porque el inmueble alberga varios servicios al margen de los juzgados", comentó una funcionaria.

Para Luis Casero, jefe de la junta de personal, se trata de una carencia que puede tener consecuencias graves. "Los juzgados de lo Social custodian documentos de gran valor, que deben estar debidamente guardados", advirtió. "No es un edificio normal y por eso mismo tendría que estar vigilado de forma permanente", agregó.

El mismo inmueble, una finca de nueva planta, es además la sede del Registro Civil de Zaragoza, pero este servicio tiene su propio servicio de vigilancia mientras dura la actividad.

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