Imputado por querer matar a los escoltas de Raphael en A Coruña
Un hombre de origen brasileño y fan del artista será juzgado al ser acusado de atacar a los guardas que protegían al cantante en el concierto que dio en Riazor
El hombre, de nacionalidad brasileña y encarcelado en la prisión de Teixeiro desde el verano pasado, niega haber intentado matar a dos de los guardas de la escolta que protegía al cantante Raphael en los prolegómenos del concierto que el artista protagonizó el verano pasado en la playa de Riazor.
Los encargados de dar protección al cantante acusan al hombre y el fiscal los cree, de ahí que haya imputado a este admirador del cantante por un delito de homicidio en grado de tentativa por el que pide que sea castigado a una pena de siete años de prisión. Por el momento, el procesado ya lleva en la cárcel desde agosto del año pasado, que fue cuando sucedieron los hechos, y un juez lo envió allí tras escuchar su versión.
Nada había trascendido del suceso en aquellos días de la semana grande de las Fiestas de María Pita. Ni la organización del concierto, ni la empresa de seguridad, ni la gente que arropa a Raphael quisieron informar de lo que había sucedido minutos antes de que el artista de Linares subiese al escenario instalado en la playa de Riazor el 14 de agosto del año pasado.
Cerca del camerino
Se ocultó hasta que en estos días el fiscal presentó su escrito de calificación y acusó a este hombre de nacionalidad brasileña y afincado en A Coruña de un delito tan grave. Según los denunciantes, el ahora procesado se presentó en una zona próxima al lugar en el que se habilitó el camerino del cantante, en una discoteca, e intentó acceder al recinto abriéndose paso entre el público -la playa se llenó aquel día con 40.000 personas.
Ya lo habían visto a lo lejos comportándose de «manera extraña», precisaron. Así que no le quitaron ojo. Se olían lo peor. En cuanto se acercó, el hombre empezó a correr hacia la zona y tuvieron que pararle los pies. No podían consentir, según explicaron a la policía, que se acercase a Raphael, que en aquellos momentos se encontraba calentando la voz. El hombre, declarado fan del cantante, quería saludar como fuese al artista, y, supuestamente, arremetió contra quienes lo protegían, según la denuncia. Dos guardas se le echaron encima y la reacción del hombre fue «extremadamente violenta».
Las versiones son como la noche y el día. Mientras unos aseguran que el hombre sacó un arma e intentó matar a los miembros de seguridad, el procesado sostiene que su actitud siempre fue amistosa y que fueron ellos los que lo atacaron y golpearon.
Desde la prisión, el procesado, defendido por el penalista Manuel Ferreiro, se esfuerza en declarar su inocencia. Es más, se declara víctima de la brutalidad de los denunciantes. Dice que jamás quiso hacer daño a nadie.
http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2010/03/26/0003_8381156.htm