Galgueros furtivos rondan la comarca de La Sagra
La caza ilegal de liebres va aparejada al robo de perros en fincas
Apenas se les ve. Cruzan el llano en todoterreno, sueltan a los galgos lebreros para una caza rápida y se marchan. Los grupos de galgueros furtivos han incrementado su actividad en la comarca de La Sagra, al sur de la región, según han denunciado los Agentes Forestales a la Fiscalía de Medio Ambiente.
La práctica de esta caza ilegal lleva aparejado, según cuentan los agentes, un robo continuo de perros en las fincas de la zona. Los codiciados galgos, que pueden alcanzar los 18.000 euros en el mercado, son portentosos para la caza y las carreras.
Los casos de robo en Madrid son puntuales, según señalan desde la Guardia Civil. Como muchas investigaciones, los galgos también pasan por la Cañada Real Galiana, donde el Instituto Armado recuperó el año pasado 48 galgos en la operación Scooby.
Las redes de ladrones, la mayoría de etnia gitana, se componen de ojeadores, que marcan con restos orgánicos las fincas donde puede haber un galgo valioso. Después de sustraerlos, los perros se llevan a un corral donde se prueba su velocidad y se devuelven a los ladrones.
Los veterinarios son una pieza fundamental de este engranaje. Los facultativos conchabados les extraen el chip identificativo y lo sustituyen por uno nuevo, falseando la fecha de expedición.
El destino de los perros es variopitno. Pueden ser utilizados por los ladrones para la caza, o bien se exhiben en campeonatos o carreras para encontrar un comprador.
EL APUNTE
Una zona con ruta de escape a Toledo
La lucha de los Agentes Forestales contra los galgueros furtivos choca muchas veces con la jurisdicción. Los cazadores eligen zonas próximas a la frontera con Toledo para cruzar la provincia donde ya no hay competencias para sancionarles, según denuncian.