EUROPA PRESS El guardia civil
hallado muerto hoy junto a su mujer en el cortijo 'Herrera', en el
anejo del Puntalón en Motril (Granada), estaba actualmente de baja
psicológica y trabajaba de vigilante de seguridad en Almería, según
confirmó a Europa Press el padre del fallecido.
El hombre, de iniciales M.H.M., tenía 51 años, y la mujer, de 41,
respondía a las iniciales de R.G.R. Toda la familia estuvo reunida en
el cortijo este fin de semana, donde todo parecía "normal" en el
matrimonio, según indicó a Europa Press el padre de él.
Fuentes de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía,
encargada de la investigación, confirmaron que el guardia civil de baja
contaba con una denuncia por malos tratos, si bien no pudieron
determinar que fuera por parte de su mujer ahora fallecida o por otra
persona.
Los cuerpos permanecen en el cortijo a la espera de
ser trasladados al Instituto de Medicina Legal de Granada, donde se les
practicará la autopsia.
Ambos tienen signos de violencia,
ella está maniatada y el cadáver de él tiene arañazos y golpes, que
podrían ser de defensa, según las fuentes.
Hace escasamente
dos semanas, el pasado miércoles 1 de octubre, se encontró en el barrio
granadino de La Chana el cadáver de otra mujer, E.G.A., con indicios de
estrangulamiento, que murió presuntamente a manos del que era su
pareja, militar al igual que ella, que se suicidó arrojándose por un
puente en Dúrcal.
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