José Manuel Álvarez Hermida (Ourense)

Días pasados pude leer en su diario una información en la que se aludía a un incidente ocurrido en la céntrica calle del Paseo entre un fotógrafo de prensa y un escolta de la ministra Trinidad Jiménez.
No voy a entrar en el fondo del asunto, entre otras cosas porque yo no estaba presente y desconozco los detalles, pero sí me gustaría dejar constancia del malestar que me produjo una expresión utilizada, al hilo de dicho asunto, en un artículo de opinión publicado ese mismo día en la página 4 de La Región. Este comienza por aludir a uno de los participantes en el incidente como policía o segurata, añadiendo que da lo mismo porque eso es lo de menos. Yo soy vigilante de seguridad y escolta y no sólo no me da igual sino que creo que lo lógico, como profesionales de la información, es enterarse bien de quién es esa persona, sin descartar que ni siquiera sea alguien del equipo de seguridad si es que no se identificó con su carnet profesional.
Pero, lo que me ha sentado mal, tanto a mí como a muchos compañeros, ha sido el recurso, una vez más, a la expresión 'segurata' para referirse a una profesión que merece, por lo menos, tanto respeto como las demás. ¿Se imagina la que se podría montar si a un periodista le llamasen 'plumilla' o a un abogado 'picapleitos'? Pues a nosotros tampoco nos sienta bien que nos desprecien de ese modo. Necesitamos que se nos respete como lo que somos, profesionales de la seguridad.

http://www.laregion.es/noticia/123645/cartas/director/