Valladolid, 18 may (EFE).- Campañas de concienciación y medidas organizativas, formativas y de seguridad, con 120 pulsadores antipánico, 45 videocámaras y vigilantes han reducido en un 13 por ciento las agresiones al personal de la sanidad autonómica el segundo semestre de 2009, con 260 agresiones frente a las 300 del primero.

Los datos los ha dado a conocer hoy el consejero de Sanidad de Castilla y León, Javier Álvarez Guisasola, en rueda de prensa previa a la segunda reunión del Observatorio regional de Agresiones sanitarias, que definirá una nueva relación de los 48 centros y consultorios considerados como críticos, por sumar más de un incidente, alguna agresión física y más de un trabajador agredido.

La reducción de las agresiones con el plan puesto en marcha en el segundo semestre de 2009 y consensuado con los agentes implicados ha sido "significativa", ha observado el consejero, para quien "no hay que bajar la guardia" ya que "existe un número no despreciable que hay que eliminar", con un 19,85% de los agredidos con algún tipo de lesión, un 3,18 con baja médica y cuatro con apoyo psicológico.

Los datos de 2009 reflejan que ese año se registraron 338 incidentes (con un recorte del 22 por ciento en el segundo semestre), con 408 trabajadores agredidos (144 facultativos, 205 de personal de enfermería y 59 de otros colectivos, como celadores y vigilantes), un 15 por ciento menos en los seis últimos meses, y 560 agresiones, un 13 por ciento menos.

Las consecuencias legales de las agresiones se plasmaron en 87 denuncias con 63 sentencias dictadas, 53 condenatorias, siete de ellas con pena de prisión por atentado a funcionario público.

Por provincias "no hay ningún área de salud especialmente agresiva" y las cifras -28 agredidos en Ávila, 69 en Burgos, 73 en León, 6 en Ponferrada, 23 en Palencia, 50 en Salamanca, 25 en Segovia, 13 en Soria, 87 en Valladolid y 26 en Zamora- están en relación a la población", según Guisasola.

El 61 por ciento de las agresiones fueron verbales, insultos fundamentalmente, con un descenso del 18 por ciento en el segundo semestre; el 21 por ciento físicas, con un recorte del 22 por ciento; y el 18 psicológicas, bajo forma de amenazas, que aumentan un 17 por ciento, "posiblemente por el descenso" de las otras dos, en opinión del consejero.

El 86 por ciento de los incidentes han tenido un único autor, el 69 por ciento son hombres, con un 52 por ciento de las incidencias en atención especializada, donde se produce un recorte del 42 por ciento en el segundo semestre; el 46 por ciento en Primaria, donde suben un 14 por ciento, y un 2 por ciento en emergencias, con una caída del 80 por ciento.

Han descendido en un tres por ciento las agresiones a los facultativos, en un 9 al personal de enfermería y en un 45 por ciento a los auxiliares y, por contra, han aumentado en un 60 por ciento las referidas a los celadores.

Han bajado las agresiones físicas a todos los profesionales, que han pasado de 65 a 51 en el segundo semestre, con una de cada dos agresiones dentro del ámbito el servicio de psiquiatría, con pacientes con cuadros que suelen incluir la agresividad, ha recordado Guisasola.

Por ello, la propuesta de puntos conflictivos que se plantea hoy al Observatorio recoge los servicios de psiquiatría y servicios de urgencias y módulos penitenciarios de los hospitales, todas las unidades de emergencia y 48 centros de salud y consultorios, dos en Ávila, seis en Burgos, tres en la comarca leonesa del Bierzo, seis en León, tres en Palencia, ocho en Salamanca, cuatro en Segovia, quince en Valladolid y uno en Zamora.

En diez de los 45 centros y consultorios de la primera relación no se ha registrado ningún problema y en 17 sólo uno y leve.EFE mr

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