1. • La jueza decana atribuye el aumento a las bandas organizadas
2. • La magistrada reclama un registro específico de faltas para toda España

J. G. ALBALAT
BARCELONA

Los hurtos y robos en la ciudad de Barcelona se han disparado en los últimos años. La memoria judicial de la capital catalana presentada ayer por la jueza decana, Maria Àngels Feliu, no deja lugar a dudas: los juicios de faltas por hurto (sustracción de objetos hasta un máximo de 400 euros) aumentaron entre el 2008 y 2009 un 21,87%, pasando de los 6.400 a los 7.800. Los procesos por delitos de robo se incrementaron un 13,15% (en el 2008 se registraron 49.772 asuntos y en el 2009, 56.317).
La jueza decana aseguró ayer que, en su opinión y desde su experiencia profesional (hasta mediados del año pasado fue titular del un juzgado de instrucción de Barcelona), el incremento de los hurtos está vinculado a la mayor actuación de las bandas organizadas de carteristas que cometen sus fechorías en el metro barcelonés y en el centro de la capital catalana. “Estas organizaciones son contra las que se debe luchar”, relató. Agregó que esas personas se dedican a robar teniendo conocimiento de que las consecuencias no son graves. Pero esta situación, dijo, se acabará cuando se cree, para toda España, un registro específico de faltas. La reforma del Código Penal establece que tres faltas serán un delito y, por lo tanto, el castigo no se quedará en una simple multa económica y será de prisión.

LA NECESIDAD / Según la jueza decana, el registro de faltas para luchar contra los delincuentes multireincidentes («habituales», precisó, porque son faltas) propuesto por el ministro de Justícia, Francisco Caamaño para la ciudad de Barcelona, no tendrá utilidad si no se extiende a toda España, porque, de otra manera, lo que propiciaría es que los autores de los hurtos se trasladasen a otra urbe. El problema es que se debería crear una plataforma estatal para unificar los diferentes sistemas informáticos de las comunidades autónomas. En este sentido, Feliu considera que tampoco resulta muy útil para este cometido, por el momento, la nueva base de datos impulsada por la Generalitat, con la que se puede consultar el historial judicial de una persona, pero después se tiene que ir proceso por proceso.
Los datos presentados por Feliu desvelan otros rasgos significativos, como que en el primer trimestre de este año, comparado con el mismo periodo del 2009, se ha incrementado en un 30% el número de detenidos y de presentaciones (citaciones, sobre todo por asuntos de tráfico) que han pasado por los juzgados de guardia. En los primeros tres meses del 2008 sumaron 4.181 y este año, 5.436. La jueza decana atribuyó este aumento a una mayor presencia de la policía en la calle y a que muchos de los arrestos se producen cuando se está cometiendo el delito. En una ocasión se llegó al máximo de capacidad de los calabozos de los juzgados de guardia, pasando por las celdas en un solo día 160 personas.

CARGA DE TRABAJO EXCESIVA / La memoria del 2009 refleja el colapso que se vive en los últimos años en los juzgados de Barcelona y la sobrecarga de trabajo en algunas jurisdicciones, como la civil, en la que se produjo un aumento global de asuntos de un 55,99%. Los juzgados de primera instancia no especializados, que en el 2008 registraron 83.360 casos (1.737 por juzgado), pasaron el año pasado a 94.919 casos (1.977 por juzgado). En asuntos de familia e incapacidades los casos decrecieron.
A causa de la crisis económica, en los juzgados mercantiles crecieron un 74,6% en el 2009 en comparación con el año anterior el número de asuntos ingresados, sobre todo procesos concursales (antiguas suspensiones de pagos y quiebras). Los juzgados de lo social (laboral) también han visto crecer su trabajo, con un 12,03% más de casos. Sin embargo, la tendencia es a estabilizarse, aunque en un punto muy alto.

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