Una mujer denuncia que un guardia de seguridad del Hospital la "zarandeó" y "empujó" al negarse a abandonar la habitación de su madre
Los hechos ocurrieron el pasado martes en la quinta planta del centro hospitalario de Mérida
viernes, 04 de junio del 2010.
Manuela Antolín es una vecina de Mérida que desde hace 25 años cuida a su madre, una señora mayor dependiente. El pasado martes, 1 de junio, Manuela acudió al Hospital de Mérida junto a su madre aquejada de una grave enfermedad que supuso su ingreso. En condiciones normales éste debería haberse realizado en la planta cuarta del centro, un área dedicada a la medicina interna. Pero desde el hospital comunicaron a esta emeritense que el ingreso se llevaría a cabo en la planta quinta, una zona especializada en cirugía, al no haber camas disponibles en la cuarta.
Manuela acompañó a su madre hasta la habitación para permanecer junto a ella y poder cuidarla pues la enfermedad de su progenitora le impide realizar cualquier acto cotidiano, incluso beber. Poco tiempo después una celadora informó a Manuela que debía abandonar la habitación pues los cirujanos iban a pasar a ver a los enfermos. Una petición ante la que esta vecina de Mérida se negó alegando que su madre necesitaba de sus cuidados y que su estancia en la planta quinta era circunstancial hasta que hubiese camas disponibles en la cuarta, un área donde los familiares pueden estar con los pacientes todo el tiempo que estimen oportuno, según Manuela.
10 AGENTES EN EL HOSPITAL
facebooktwitter Tras la negativa de Manuela la trabajadora del Hospital llamó a la seguridad del Centro. En la habitación 538, donde estaba ingresada su madre, se personaron dos guardias de seguridad. Según asegura esta emeritense a Extremadura al Día al negarse a dejar la habitación uno de los guardias la "cogió del brazo, la zarandeó y empujó". El compañero, al presenciar el acto, pidió al guardia que no "la tocase" y llamó a la policía. Señala Manuela que en apenas diez o quince minutos cinco agentes de la Policía Nacional llegaron a la 538.
Destaca esta vecina de la capital extremeña que se mostró sorprendida y que los policías le pidieron la documentación para comprobar si tenía antecedentes. Pero su sorpresa fue mayor cuando los agentes le comunicaron que otras cinco agentes estaban en la puerta del Hospital.
PUDO LA RAZÓN
Finalmente y al contemplar tanto despliegue policial la supervisora del Hospital acudió a la habitación para ver qué pasaba. Manuela explicó lo sucedido y también la supervisora le comentó los motivos por los cuales ella no podía estar en la habitación durante la hora de consulta. El Hospital de Mérida tiene órdenes de que durante la visita de los cirujanos a los pacientes no puede haber ningún familiar dentro de las mismas. Los médicos se niegan a pasar consulta en el área si hay algún acompañante o visitante en las habitaciones. Al final pudo la razón y tras las explicaciones de la supervisora Manuela abandonó la habitación de su madre por unos minutos, hasta que los cirujanos visitasen a todos los enfermos de la quinta planta.
Esta emeritense señala que su intención no era perjudicar a ningún paciente al permanecer ella en la 538. Pero lo que denuncia es el uso desmedido de la fuerza y los malos modos por parte del guardia de seguridad que llegó en primera instancia y el despliegue policial desmedido que de inmediato acudió a la habitación para echarla del recinto.
Así las cosas, para Manuela el hecho no acabó ahí. Aunque su madre ya está en casa, esta vecina de Mérida ha presentado una reclamación formal ante la Atención al Usuario del Hospital con el número 8296 contra el agente de seguridad que supuestamente "la zarandeó" y "empujó" por el hecho de negarse a salir de la habitación de su madre, una mujer dependiente que necesita en todo momento los cuidados de una persona.
fuente: www.extremaduraaldia.com