SANTA CRUZ DE TENERIFE, 29 /04/08 - EUROPA PRESS
El presidente de Coalición Canaria, José Torres Stinga, ha solicitado al ex ministro y secretario general de los socialistas canarios, Juan Fernando López Aguilar, a que haga "un hueco en cualquiera de las comparecencias mediáticas" y explique las razones que le llevan a disponer de once escoltas y usar el coche oficial para "asuntos privados", según informó hoy Coalición Canaria en una nota.
"Esta invitación del presidente de CC se produce tras conocerse el comunicado trasladado por el SUP (Sindicato Unificado de Policía) en el que se afirma que López Aguilar dispone de once escoltas -retraídos de sus funciones como policías nacionales-, aspecto al que hay que unir informaciones aparecidas hoy en distintos medios, en las que se concluye que López Aguilar también utiliza el coche oficial para asuntos propios", explicó CC.
"Llama, si cabe, más la atención que quien ahora está bajo sospecha se haya mostrado ante la opinión pública como el paladín de la honestidad y perseguidor implacable de cualquier conducta reprochable en el ejercicio de la actividad política", afirmó Torres Stinga.
El presidente de CC recomendó a López Aguilar que tome ejemplo del actual responsable del Ejecutivo canario, Paulino Rivero, que, tal y como ha puesto de relieve el sindicato mencionado, dispone de una escolta constituida por dos personas y, "en caso alguno, emplea el coche oficial para asuntos de índole personal".
"Seguramente ahora López Aguilar niegue la mayor, como ya hizo cuando se le pilló copiando el programa electoral para las elecciones autonómicas del año pasado, aunque, dado que la realidad es tozuda, al final se vio obligado a utilizar un chivo expiatorio y pedir disculpas. Ahora tiene la oportunidad de dar la cara y, con su verbo florido y fluido, desautorizar a quienes le han puesto contra las cuerdas, culpándole de contar con un número desmedido de escoltas", recalcó Torres Stinga.
El dirigente nacionalista, comentó que también cabe la posibilidad de que se saque de "la chistera una extraña conspiración" para acabar con su innegable proyección política, dado, según él, el "proverbial odio" que suscita entre sus rivales políticos.