TMB contrata vigilantes privados para escoltar a los revisores del busLa novedad forma parte del plan de choque para luchar contra el fraude en el transporte público
La iniciativa ha superado con éxito una prueba piloto en Sant Martí y se extenderá a toda BCNTan familiar resulta ya la imagen de los vigilantes de seguridad privada en el metro de Barcelona que a algunos se les hacía extraño que Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) no los hubiera fichado para trabajar en los autobuses como estrategia contra el fraude y para mejorar la seguridad. Una nueva y más flexible interpretación de la normativa sobre seguridad privada ha permitido a TMB ficharlos y, por el momento, poner en práctica una prueba piloto con cuatro vigilantes que la semana pasada acompañaron a otros tantos agentes de inspección y control (AIC) que luchan contra el fraude en Sant Martí. La prueba ha funcionado tan bien que se repetirá la semana próxima en otra zona de la ciudad con la intención de introducirlos de manera ya estable y permanente en toda la ciudad.
Dos revisores en la línea 33 del autobús, entre las ramblas de Guipúscoa y Prim, ayer por la mañana. FERRAN NADEULa novedad de subir vigilantes a los autobuses la reveló el director de seguridad de TMB, Óscar Benítez, durante una jornada organizada esta semana en Barcelona por la Asociación de Directivos de Seguridad Integral. Una iniciativa que hacía tiempo que TMB quería poner en marcha y que forma parte del plan de choque de la compañía por luchar contra el fraude y para el que invertirá, solo en el metro, cuatro millones de euros, tal y como ayer adelantó EL PERIÓDICO.
AGRESIONES A REVISORES / Aunque la seguridad es la segunda cuestión que mejor valoran los usuarios de los autobuses, la compañía quería combatir la impunidad con la que algunos viajeros de ciertas líneas actuaban para no pagar el billete y amedrantar e incluso agredir en alguna ocasión a los inspectores cuando estos les requerían los títulos de viaje.
Así, tras la autorización por parte de la Conselleria d'Interior, TMB contrató vigilantes de la empresa Metrópolis y solicitó un perfil muy concreto. Quería agentes de una cierta edad y mucha experiencia en el sector de la seguridad. «Es evidente que para esta labor se necesita más sentido común que fuerza, y más poder de convicción y de inspirar respeto y autoridad que de represión», comentaron fuentes de TMB.
Y así fue como la semana pasada los cuatro vigilantes, divididos en dos parejas, acompañaron a otras dos de revisores en su jornada laboral. Se eligió Sant Martí.
1.800 HORAS DE SEGURIDAD / Y la experiencia resultó un éxito para TMB. Tanto que se repetirá la semana próxima y ya se está redactando un informe para entregar al consejo de administración en el que se solicita para lo que queda de año la contratación de 1.800 horas de seguridad privada. Una propuesta que equivale a un presupuesto de 37.800 euros.
En esta semana de prueba, la novedad no solo ha sido para los usuarios. Para los inspectores también ha sido una experiencia trabajar escoltados. En realidad los vigilantes están a dos pasos por detrás de los inspectores, casi petrificados y sin hablar, mientras los revisores realizan sus funciones. Una mujer les entregó directamente 50 euros. «Llevo toda la vida colándome. Veo que se me acabó», les dijo, y señaló a otros dos que nunca pagan. Y así era.
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