Un joven resulta herido tras una trifulca con varios vigilantes del metro en Larrabasterra
LOS USUARIOS DEL SUBURBANO INTENTARON MEDIAR
BILBAO. En plena celebración de las fiestas de El Carmen en el barrio de Larrabasterra de Sopelana, la estación de metro fue testigo ayer por la mañana de un altercado entre un varón de unos 30 años y vigilantes de seguridad del suburbano. La trifulca se produjo sobre las 7.30 horas y el joven tuvo que ser atendido por los servicios de urgencia y trasladado al hospital a consecuencia de las heridas. Pese a la riña, no se produjeron detenciones, según informó la Ertzaintza, pero, tanto el joven como los agentes de vigilancia implicados en la disputa han interpuesto denuncias en los juzgados, con lo que el caso se resolverá mediante un juicio rápido.
En relación a lo ocurrido en la estación de Larrabasterra existen varias versiones que se contraponen. Por un lado, la Ertzaintza afirma que sobre las 7.45 horas de la pasada madrugada tuvieron que intervenir para realizar un atestado sobre la agresión en el metro de Larrabasterra. Según se recoge en el atestado los agentes de vigilancia del metro aseguran que fue "el joven quien amenazó, insultó y agredió a uno de los vigilantes". DEIA ha intentado conocer la versión de Metro Bilbao, pero no ha sido posible contactar con la empresa de transporte.
Por otro lado, una testigo presencial, que se encontraba en la misma estación en la que se produjo el altercado, explica a DEIA que vio al joven cómo discutía con los agentes de seguridad. "No sé qué pasaría fuera, pero una vez en la estación, primero vinieron dos agentes con porras, como amenazándole, y al verlo la gente les empezó a chillar para que le dejaran en paz. Eran fiestas y, al final, todos veníamos de estar por ahí de fiesta", afirma la mujer. Al parecer, y según cuenta la testigo, la gente que estaba esperando al metro intentaron mediar entre el joven y los vigilantes de seguridad para que todo se resolviera pacíficamente, "pero no fue posible". "De repente aparecieron otros seis o siete vigilantes también con porras y, al ver esto, la gente intentó proteger al chico", concreta la testigo. Presuntamente, el varón intentó salir por otra puerta de la estación de Larrabasterra, pero los agentes le vieron y corrieron tras él hasta alcanzarle. "Las puertas del metro se cerraron, y vimos al chico tirado en el suelo de la estación y ensangrentado. Él estaba boca abajo, con cuatro o cinco seguratas alrededor de él y otros dos o tres tumbados sobre él. Le habían metido una tunda de escándalo", explica.
La escena generó revuelo. La gente comenzó a gritar. Los allí presentes comenzaron a increpar verbalmente a los vigilantes del metro para que soltaran al joven. Tanto fue el jaleo que se creó en la estación que, incluso el conductor del vagón, se vio obligado a detenerse. "Le habían metido una paliza increíble. El chico estaba sólo. En una situación muy desmedida. Los que nos encontrábamos en el metro fuimos a hablar con los agentes para tranquilizarles, pero ellos estaban en un plan que no atendían a razones. Es que fue una locura, perdieron las formas absolutamente", describe la testigo de los hechos.
Tras lo ocurrido los testigos llamaron a los servicios de emergencia para que atendieran al herido. "Cuando llamé me dijeron que ya tenían notificación de lo sucedido, estaríamos llamando muchos", asegura la mujer. "Cuando le pegaron, las puertas del metro estaban cerradas, pero si no llega a ser así, creo que la gente se los come", concluye.
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