Más de medio centenar de personas, entre Guardia Civil y guardas de seguridad, participaron en el dispositivo
Todas las precauciones era pocas ayer para garantizar la seguridad de
la Cruz de la Victoria en su viaje a Covadonga con motivo de la
Consagración de Asturias a la Virgen. El Arzobispado de Oviedo utilizó
todos los medios para que este acontecimiento histórico tuviera buen
sabor de boca y el símbolo asturiano no corriera ningún riesgo.
Tantas precauciones tomó la Iglesia asturiana que, por motivos de
seguridad, no se hizo pública la hora en la que -finalmente sería en
torno a las 8.30 horas de la mañana- la Cruz de la Victoria abandonaría
la Catedral de Oviedo por la puerta de la Limosna.
Perfectamente embalada era introducida en un furgón blindado que,
escoltado por varios vehículos de la Guardia Civil, iniciaba el camino
hacia el municipio de Cangas de Onís. La Cruz fue acompañada por los
canónigos de la Catedral de Oviedo hasta su llegada al Real Sitio de
Covadonga, donde era evidente la presencia de numerosos agentes de la
Guardia Civil, pese a que muchos de ellos vestían de incógnito, así
como de guardas de seguridad. En total, se calcula que podrían haber
participado en el dispositivo más de medio centenar de personas.
Las medidas de seguridad no quedaban allí, sino que incluían la
tramitación de una póliza con la que se quiso asegurar la joya
prerrománica de oro y piedras preciosas entregada a la Iglesia
asturiana en el año 908 por el Rey Alfonso III, y adoptada en el
Estatuto de Autonomía de 1981 como elemento de la bandera del
Principado y, posteriormente, en 1984, del escudo de la región.
Voluntarios
Debe reconocerse también el trabajo desarrollado por una decena de
voluntarios y seminaristas de Oviedo que, repartidos por diferentes
lugares del Santuario, informaban y organizaban a los feligreses que se
acercaron al lugar durante toda la jornada, así como a la Policía Local
de Cangas de Onís, que se encargó de ordenar el tráfico en Covadonga en
una jornada de gran afluencia.
Y es que se calcula que hasta el Santuario mariano se acercaron en la
jornada de ayer unas dos mil personas que quisieron participar en el
acto de Consagración a Jesucristo por mediación de la Virgen de
Covadonga de toda la archidiócesis de Oviedo, dentro de los actos
programados para el Año Santo de la Cruz. Una consagración que no se
realizaba desde diciembre de 2001, cuando el arzobispo emérito, Gabino
Díaz Merchán, consagró Asturias a Jesucristo por medio de la Virgen. La
Cruz de la Victoria regresaría a Oviedo sana y salva a las 16.30 horas.
http://www.elcomerciodigital.com/gijon/20081026/oriente/furgon-blindado-escolta-para-20081026.html
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