Ahora que parece que ETA ha intensificado su ofensiva, ¿qué ocurre con
los escoltas? La Policía teme que ETA vuelva a atentar contra personas
físicas; es decir, más allá de los coches-bomba como el que ha
estallado este jueves en la Universidad de Navarra.
Un primer dato que hemos podido recabar: hay entre 7.000 y 10.000
policías destinados en el servicio de escoltas; es decir, casi el 11 %
de la plantilla policial. Dato espectacular, sin duda. Pero a esos
policías hay que sumar los guardias civiles en servicio de escolta en
el País Vasco y Navarra: sólo en Intxaurrondo, es decir, en Guipúzcoa,
están destinados a este servicio unos 500 guardias civiles. Pero,
además, hay que contar los servicios prestados por el Ejército en la
Casa Real, en Presidencia de Gobierno y en altísimos organismos. Están,
además, los escoltas privados, contratados por los partidos políticos
en Euskadi y Navarra.
El gasto, pues, es inmenso. Un dato al respecto: un guardia civil de
escolta en el País Vasco puede ganar -y de hecho gana- alrededor de
4.000 euros al mes.
Ahora bien, a pesar de tanto gasto y de tanto escolta, Rubalcaba ha decidido quitar este servicio al ex presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz. ¿Por qué, si esta persona es objetivo de ETA?, se preguntan en la Policía, máxime cuando es sabido que Pilar Manjón, del 11-M, sí tiene servicio de escolta. Los sindicatos policiales han pedido que retorne la escolta de Alcaraz porque hay riesgo para su vida.
Mientras tanto, un dato anecdótico: los escoltas no parecen estar muy a gusto con el juez Baltasar Garzón,
que entra en su despacho a las 8 d ela mañana y no sale hasta las 12 de
la noche. Eso dicen. Pero tampoco quieren estar con algún otro juez que
los utiliza como “chóferes”.
http://www.diariocritico.com/2008/Octubre/exclusivo/107468/escoltas-eta.html