Más escopetas y menos cazadoresUn agente supervisa el depósito de la Intervención de Armas
de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón, donde se
gestionan las licencias para su utilización
La Guardia Civil registró en el mismo período una caída del número de licencias, que pasó de 10.051 a 9.044
Gijón y su entorno contabilizan ya 16.346 armas de fuego, 4.000 más que en 2006
El número de armas legales ha aumentado un 32% desde 2006. La Comandancia de la Guardia Civil de Gijón tiene expedidas autorizaciones para 16.346 armas, lo que supone 4.000 más de las que existían en el mismo territorio hace cuatro años. Este notable aumento contrasta con el número de personas que cuentan con los pertinentes permisos para su utilización. En este mismo período, un cuatrienio, se ha pasado de 10.051 a 9.044 licencias. Esto es, más armas para menos personas. Mientras los potenciales usuarios disminuyen, su arsenal aumenta.
Existen ocho categorías. La más numerosa es la que engloba las armas utilizadas para la caza. En este capítulo, hay contabilizadas un total de 11.773 escopetas y carabinas de curso legal y existen 5.755 licencias de las denominadas 'E'. Le siguen en número las armas largas (empleadas para la caza mayor) con 2.289 unidades y 1.797 permisos de tipo 'D'.
En otro grupo se podrían clasificar las licencias de tipo 'B', 'C' y 'F', las de pistolas y armas cortas, reservadas para las fuerzas de seguridad del Estado, particulares acreditados, personal de vigilancia privada y de tiro deportivo. Hay 1.261 armas de este tipo y 1.359 personas con este permiso. Únicamente pueden tener una unidad por persona y en caso de los vigilantes sólo las pueden utilizar en su puesto de trabajo.
También los coleccionistas están obligados a registrar sus piezas. La Comandancia tiene acreditadas 925 guías de pertenencia, es decir, «matrículas de cada arma», explica el brigada Benjamín Rodríguez, jefe de la Unidad de Intervención de Armas de la Guardia Civil de Gijón, quien asegura que «existen férreos controles para la utilización y transporte de las armas».
Entre las obligaciones que deben cumplir los coleccionistas está el llevar el arma de fuego siempre en su funda y separada de la munición. Además, las piezas clásicas no puede salir de los domicilios en los que se encuentran sin tener una autorización expresa y las de competición sólo se pueden utilizar en campos de tiro y bajo licencia federativa.
En cuanto a las réplicas, no están prohibidas, «pero se pueden retirar al individuo dependiendo del uso que se le dé. Si es para aparentar que son reales, entonces se convierten en armas prohibidas», explica el brigada Benjamín Rodríguez.
Las licencias se renuevan cada tres o cinco años (dependiendo del modelo de arma). A partir de los 70 años de edad, se debe pasar un reconocimiento cada dos años y a partir de los 75, de forma anual. «Actualmente entre el 5 y el 7% de los solicitantes de licencias son mujeres, el número va en aumento año tras año», asegura el encargado de la Intervención de Armas de la Comandancia de Gijón, que controla los concejos de Gijón, Carreño, Villaviciosa, Colunga y Caravia.
Sin antecedentes
Las personas que cuentan con antecedentes penales no pueden tener licencia de armas. Es uno de los requisitos para pasar los controles de la obtención de los permisos, a los que se debe añadir un examen psicotécnico y otro práctico.
Sin embargo, no todos los que poseen un arma cuentan con licencia. Sólo durante el segundo trimestre de 2010, la Guardia Civil retiró «2.500 armas», entre las que se incluyen las que tienen caducada la licencia para su utilización, las requisadas por orden judicial o las de curso ilegal. Estas últimas salen a subasta si cuentan con el número reglamentario y punzado. Si no, se destruyen, al igual que ocurre con las armas blancas. Es la autoridad judicial la que decide el destino que se le da a las armas recogidas en la Guardia Civil.
http://www.elcomerciodigital.com/v/20100903/gijon/escopetas-menos-cazadores-20100903.html