A mordiscos con los guardias de la Catedral para saltarse las colasLa reducción del número de vigilantes de seguridad privada en las entradas a la Basílica está provocando numerosos altercados
Los agentes son la mitad que durante el verano
Las largas colas en las diferentes entradas de la Catedral de Santiago han sido una constante durante todo este Año Santo.
Se abre el telón y se ve a un grupo de mujeres maduras enfurecidas con un guardia de seguridad de la Catedral de Santiago, que la emprenden a mordiscos con el encargado de velar porque nadie se salte las colas para acceder al templo.
Esta escena podría haberse sacado perfectamente de una película de Paco Martínez Soria. Sin embargo, no es ficción, ya que hace unos días se vivió un suceso idéntico en la basílica compostelana. Según ha podido saber EL CORREO GALLEGO, la joven encargada de controlar la cola para abrazar al Apóstol fue atacada y mordida en uno de sus brazos por un grupo de mujeres de unos 60 años de edad.
El suceso se produjo cuando quiso impedir, que el citado grupo accediera al templo, desde la cola del Abrazo al Apóstol. Y es que desde que comenzó este Año Santo, esa cola es específica para abrazar al Apóstol, pero si se quiere visitar el resto de la Catedral no queda más remedio que volver a salir y entrar por Platerías. Es decir, que ese grupo quiso saltarse la obligada espera para visitar la Catedral.
Según ha podido comprobar este rotativo, los incidentes en las diferentes colas de la Catedral son el pan nuestro de cada día desde que se han reducido a la mitad el número de agentes de seguridad privada, que se encargan de controlar los accesos al templo.
Así, en los meses de verano eran ocho personas las que se encargaban de velar por la seguridad de los feligreses, pero ayer sólo había la mitad de agentes realizando estas labores, a pesar de que los últimos datos facilitados ayer por la Asociación de Hostelería de Santiago constataron que septiembre fue el mes con más pernoctaciones de todo el Xacobeo.
De hecho, en la actualidad sólo hay un vigilante en la puerta de Platerías, otro en la entrada de la plaza de la Inmaculada y dos personas más en la Puerta Santa. Esto ha provocado que la entrada del Obradoiro, por la que salía la mayoría de la gente, esté en estos momentos cerrada.
Durante el verano, el dispositivo de vigilancia estuvo formado por un vigilante y un auxiliar en Platerías, un vigilante en la plaza de la Inmaculada, otro en la entrada del Obradoiro, otro en la Puerta Santa, 2 auxiliares vigilando la cola del abrazo al Apóstol y un auxiliar en la puerta de la tienda de la Catedra.
En el caso de la cola para dar el abrazo al Apóstol está habiendo grandes dificultades para controlarla, ya que al tener forma de U se hace casi imposible, que una persona pueda vigilar los dos extremos de la misma.
Problemas con los grupos autorizados
•••Otro aspecto que está creando problemas, sobre todo en la puerta de la Inmaculada, son los grupos que tienen autorización para asistir a la misa del Peregrino, ya que hay jornadas en la que el número de autorizados pueden superar perfectamente las 3.000 personas, cuando el aforo de la Catedral es de unas 1.900. Este tipo de situación está creando serias dificultades a los agentes de seguridad que trabajan en esta entrada de la Catedral, puesto que en ocasiones se juntan en ese punto grupos muy amplios con autorización, a los que no pueden dejar pasar porque el aforo está completo. A esto, hay que añadir, que por la puerta de Platerías entran los turistas, a los que también hay que permitir el paso, para evitar las esperas interminables y que se produzcan desmayos, como ya ha ocurrido.
http://www.elcorreogallego.es/xacobeo/ecg/mordiscos-guardias-catedral-saltarse-colas/idEdicion-2010-10-09/idNoticia-598018/