CRÓNICA NEGRA: LAS ESTADÍSTICAS DEL CRIMEN
A todo el mundo le sorprende que no coincidan los datos de criminalidad de la Memoria del Fiscal con la Tasa de Criminalidad de la Secretaría de Estado del Ministerio del Interior. El inteligente y profesional analista Manuel Ángel Menéndez destaca en «Diariocrítico» que, después de leer las cifras del Ministerio, no sabemos cuántos timos y estafas ha habido, ni cuántos delitos han sido cometidos por mafias y bandas organizadas. Además denuncia que sólo da cifras de los delitos de «territorio MIR», con lo que excluye Cataluña y el País Vasco.
8 Octubre 10 - Francisco Pérez Abellán
A esto, en los sindicatos policiales, le llaman la «cocina en la estadística policial» y al encargado de hacerlo le han puesto el sobrenombre de «Arguiñano», por el cocinero. Lo peor es que éste también le pone a todo una ramita de perejil: salsa de homicidios y tropezón de lesiones. En la cita memorable de las conclusiones de Manu Menéndez hay que destacar que afirma que «Interior oculta que se cometen más de cinco homicidios diarios» y también que hay miles de heridos por esa delincuencia, según informaciones extraídas de la última Memoria de la Fiscalía General.
No se ocultan los datos, se enmascaran. Por ejemplo, en lo que denominan «Indicador 1: delitos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas que resultan ser 103.647», todo incluido, y mucho menos impactantes que si destacas los homicidios a palo seco. Es como cuando en los restaurantes rastreros te ponen una salsa fuerte para disimular el tufo del pescado. «El Arguiñano» de las cocinas de Interior viene cocinando con salsa fuerte y «deconstruyendo» los platos clásicos hasta que ya no saben a nada. En España viene bien la frase de mentiras, grandes mentiras y estadísticas. Nadie está contento con los datos de la criminalidad que se suministran.
Esto ha provocado el nacimiento, el pasado año, del Índice de Seguridad Ciudadana de la Universidad Camilo José Cela, dentro del proyecto de investigación «Ángeles Custodios». Ahí está la mirada fría de la ciencia, en un análisis trabajado por criminólogos de la Camilo José Cela. El hecho de que yo sea el coordinador de este Índice, en mi calidad de Director del Departamento de Criminología de la UCJC, me permite conocer bien las entrañas. Por primera vez, auténticos criminólogos examinan los datos y los tratan con metodología científica a las órdenes de un doctor. Los criminólogos son los científicos que más saben de crímenes.
Y el mero anuncio del nacimiento del Índice el año pasado –que llevaba adjunta la denuncia de que no se medía la Delincuencia Organizada, el crimen S.A. ha facilitado que este año el propio Índice cuente con una tanda de conclusiones dedicadas al crimen organizado.
Esto es lo que se ha descubierto, al margen de la «new cuisine» del Ministerio del Interior: en cuanto al crimen S. A., que es lo más escandaloso: hay 984 grupos que trafican con drogas y, algunos de ellos, al menos 25, se dedican «a la corrupción de autoridades públicas y empresas». En 2009, fueron detenidos casi 6.000 componentes de bandas mafiosas en nuestro país, casi la mitad de ellos, españoles. Han sido desarticuladas 354 bandas criminales y se han intervenido 23 millones de euros, más otros diez en moneda falsa. La droga decomisada traza el perfil de España; continúa el «boom» de la cocaína con 16.540 kilos capturados. Se mantiene oculto, pero dominar el consumo de hachís con más de 93.000 kilos incautados; y aparece en el horizonte el consumo de drogas de diseño, especialmente éxtasis, con la incautación de más de 190.000 unidades.
De los grupos mafiosos, la conclusión más esperanzadora es que por término medio tienen unos tres años de actividad y lo componen menos de diez miembros. La policía española da un año más medida de su gran profesionalidad y entrega. Si no fuera por ellos, el crimen organizado hace tiempo que nos habría desbordado.
Más seguridad privada
Respecto al crimen común, España sigue siendo un país seguro con un creciente aumento de homicidios y lesiones, con más volumen de detenciones y una disminución de la criminalidad. Sin embargo, la percepción de inseguridad constituye el quinto problema que más preocupa a los españoles. Aumentan los malos tratos en el ámbito familiar, suben los robos con fuerza y aumenta la criminalidad femenina, que pasa del 8,5 por ciento al 11,8 por ciento. Aumentan los delitos cometidos por menores. Crece de forma espectacular la seguridad privada, con 400 empresas más en los últimos diez años y la cifra récord de 172.041 vigilantes privados de seguridad.
Fuente: LA RAZÓN.es