El cambio de vestuario por la llegada del otoño aumenta los robos en el 'súper'Las épocas de rebajas y de Navidad son las que registran más pérdidas, pero la bajada de las temperaturas se ha traducido en un aumento de estos hurtos · Alertan de que el perfil del ladrón cada vez es más heterogéneo
El cambio de vestuario, ahora que el invierno se aproxima y el mercurio del termómetro empieza a caer, se ha traducido en un aumento de pequeños robos en supermercados. Este tipo de hurtos inferiores a 400 euros se han multiplicado en los últimos años, según coinciden en señalar todas las fuentes consultadas de distintos supermercados de la capital malagueña. La jefa de tienda del Eroski Consumer de Martínez Maldonado, María del Mar Vilches, señala que el número de hurtos en la actualidad es un 70% mayor que antes del inicio de la crisis. En este contexto, con la bajada de las temperaturas han sufrido un leve repunte porque la ropa facilita efectuar estas sustracciones. Aunque en Navidad y en rebajas es cuando más de estos pequeños robos se cometen.
El perfil tipo del ladrón que antes frecuentaba los supermercados era de bajo nivel social y de poco poder adquisitivo. Ahora, cada vez es más heterogéneo. Hay de todo. "Hoy cualquiera se mete algo en el bolsillo o lo esconde en el bolso. Hay personas que entran y por su aspecto podemos sospechar, pero luego está el cliente habitual que hace la tontería de intentar llevarse algo pero a veces le pillamos", explica una cajera de un supermercado de la cadena Día, en el distrito Bailén-Miraflores, que prefiere no identificarse. El responsable de tienda del Supersol de Nueva Málaga, Antonio Bautista, afirma que según el informe de ventas actualizado hasta el pasado mes de septiembre, suman un 0,24% de pérdidas. Esta partida corresponden principalmente a pequeños hurtos en tienda. Dice que no sabría cuantificar el dinero diario que pueden llegar a perderse, pero mantiene que es "una realidad diaria estos robos". Vilches, en su tienda de Martínez Maldonado, habla de pérdidas que pueden oscilar entre 500 y 2.000 euros mensuales. "Hemos tenido en los últimos días a alguien que venía expresamente por los artículos de la marca AXE y un día nos robó todos los desodorantes que había", asegura.
La mayoría de tiendas disponen de arcos de seguridad magnéticos y según las zonas también de vigilantes de seguridad.
"Pero la crisis también ha traído recortes, ahora el vigilante sólo viene tres días en semana. Sus horarios son distintos cada jornada para no dar pistas", explican en un supermercado. Ante la sospecha de un posible robo, los empleados de las tiendas suelen tener sus propios códigos de comunicación a través de la megafonía. "Pero lo único que podemos hacer es prestar atención a todos", subraya Bautista.
Tradicionalmente los artículos más susceptibles de ser robados en un supermercado han sido los pequeños artículos que suelen ubicarse por seguridad cerca de las cajas, así como los cosméticos y las piezas de charcutería envasadas al vacío, según las fuentes consultadas, pero en la actualidad se roba casi de todo.
"Tenemos algunos productos en vitrinas, como las bebidas alcohólicas, y de un tiempo a esta parte cuando se las sacamos al cliente las llevamos directamente a la caja, pues también se han dado el caso de robarlas", concluye Vilches. Estos ladrones no suelen ser conflictivos, pero se están convirtiendo en un problema para muchos supermercados.
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