A palos en el Inem
Tensiones en las oficinas de Empleo. Con el recrudecimiento de la crisis la gente no encuentra trabajo y muchos ciudadanos que cobraban prestación o subsidio (unos 90.000 en la Comunitat Valenciana hasta final de año) empiezan a quedarse sin nada, lo que desata altercados y más desesperación en las oficinas del Servef-Inem.
Cola de parados en la oficina de Empleo de la avenida del Cid de ValenciaEl aumento de la crispación en las oficinas compartidas del Servef-Servicio Público de Empleo Estatal (antes Inem) vuelve a multiplicarse con la finalización de las prestaciones y subsidios (el de los 426 euros durante un máximo de seis meses) que impulsa el Gobierno central con otra prórroga ante la debacle laboral y los negros nubarrones que vaticinan tasas de paro por encima del 20% de la población activa durante 2011. "Existe mucha crispación en las oficinas de Empleo. La gente protesta porque se le acaban los pagos y atribuye la culpa a los funcionarios", reconoce uno de los empleados del Inem con treinta años de experiencia en la tramitación de los pagos a los parados valencianos.
Desde el estallido de la crisis social "son habituales las colas diarias de desocupados para renovar la tarjeta o realizar otros trámites. Éstas incrementan durante la segunda semana de cada mes, que es cuando se pagan las nóminas", explica un funcionario de una céntrica oficina de Empleo de Valencia. "Tenemos guardia de seguridad porque muchas veces se producen amenazas graves. Una vez me sacaron hasta una navaja, aunque la sangre no llegó al río".
Las oficinas del Inem de toda España sufrir diariamente hasta diez altercados, según fuentes sindicales. Un caso grave se produjo recientemente cuando un parado irrumpió en la oficina de Juan Llorens de Valencia armado con un cuchillo jamonero y palos. Perdió los nervios al no haber cobrado el ultimo mes de desempleo. Fue detenido pos los agentes de seguridad.
Desalojada por la policíaEn octubre pasado, la Policía Local de Valencia tuvo que sacar a una mujer de la sucursal de la calle Vila Barberá porque se negaba a abandonar la sede tras una acalorada discusión con empleados al pedir información sobre una oferta de empleo. "Me pidieron estudios superiores para un puesto de trabajo de dependienta que no lo requería", cuenta Maria Pilar. "Exigí la denegación por escrito del puesto que solicitaba y como no lo conseguí me negué a abandonar el recinto. He presentado una denuncia por el trato recibido", explica esta mujer en situación de paro desalojada por los agentes de seguridad
Los hechos ocurridos en Valencia no son aislados en España y es frecuente que se produzcan sucesos graves en muchas partes. En Parla (Madrid) fue acuchillado hace poco un vigilante de seguridad. Los incidentes más frecuentes son gritos e insultos hacia los funcionarios y golpes sobre la mesa "que los empleados públicos ya estamos acostumbrados a soportar", reconoce otro empleado del instituto público valenciano que prefiere mantener el anonimato. En su opinión, "la crispación de los parados es fiel reflejo de la crisis económica. Cada empleado atendemos una media de cien personas al día, por lo que es normal que se produzcan fricciones. Además, en ocasiones detectamos posibles fraudes y paralizamos expedientes porque puede haber gente que perciba prestaciones o subsidios y estén trabajando al mismo tiempo, en la economía sumergida", puntualiza.
El 67% de los desempleados de la Comunitat registrados en los listados del Inem (503.109 personas según la última estadística, correspondiente al mes de octubre) cuenta con cobertura social, que supone una paga media mensual de 816,5 euros (en España es de 845,5 euros).
Segmento más afectadoEl segmento más afectado por la crispación sigue entre desempleados de entre 30 y 45 años que no tienen cargas familiares, ya que desde agosto no pueden optar al subsidio de 426 euros que se viene facilitando a los parados sin prestación contributiva. La gravedad de la crisis económica ha disparado el número de desempleados desde 2007 y va tomando mes a mes un tinte cada vez más dramático para las personas que perdieron su trabajo hace ya tiempo y no han logrado encontrar otro. Así, las ayudas públicas se acaban. Eso es lo que les va a suceder a 89.156 ciudadanos de la Comunitat Valenciana a lo largo de 2010, tal como adelantaba este diario el pasado mes de octubre. Según un informe de Comisiones Obreras con datos del Servicio Público Estatal de Empleo, este año dejan de cobrar el paro 620.000 españoles, de los cuales el 14, 38% son valencianos.
"Es una situación complicada y poco agradable porque el funcionario es el que ha de comunicar al usuario que no tiene derecho a percibir nada. Incluso tienen el Boletín Oficial del Estado (BOE) para enseñar al afectado la resolución porque hay muchos que no dan crédito", destacan fuentes del sindicato CSI·F. Esta organización sindical lamenta que el Gobierno no haya informado con más energía esa medida. Se dijo que el subsidio se mantenía, pero la letra pequeña resulta diferente y es el empleado público quien debe explicarla a los parados.
Los sindicatos exigen más vigilancia en las oficinas públicasCSI·F denuncia que ni Servef ni el antiguo Inem y ahora Servicio Público Estatal de Empleo, que comparten dependencias, van a prorrogar el refuerzo de la vigilancia en ciertas oficinas donde se han producido incidentes de consideración en Valencia, que incorporaron a un segundo vigilante. De la misma manera, tampoco va a ampliarse por el momento el horario de trabajo del servicio de seguridad en esas oficinas. "Sólo pedimos que la vigilancia cumpla nuestros horarios. En la actualidad tenemos jornada de 9 a 14 horas, aunque estamos en las oficinas a las 8 de la mañana", reclaman los funcionarios. También existen jornadas de tarde donde sólo opera el registro u otras tareas de gestión y no existe vigilancia. ¿Y si alguien a quien has atendido por la mañana quiere ir por la tarde a buscarte?", cuestionan algunos empleados públicos