Es un hecho objetivo. Los robos de material y herramientas en las obras públicas y privadas de la provincia se han incrementado: un 7,7% en los diez primeros meses del año respecto a 2009, según las denuncias formalizadas ante la Policía Nacional y la Guardia Civil y los perjuicios económicos que provoca son cuantiosos: la media de pérdidas por hurto se cifra en 7.000 euros, sumando el valor del material y las horas de trabajo perdidas, de acuerdo con los datos que maneja la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (APEC).
Los constructores están muy preocupados y por eso ayer el presidente de APEC, Ángel Fernández Presas, se reunió con el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández y varios responsables policiales con el fin de analizar la situación y articular medidas de autoprotección que contribuyan a disminuir el número de sustracciones. Son conscientes de que, si no se reconduce la situación, tendrán que recurrir a la seguridad privada habida cuenta que la actual legislación no permite tener vigilantes nocturnos de obras como antaño.
El cobre y el gasóleo son los materiales "más apetecibles", señalaba ayer el presidente de APEC, quien explicaba también que es habitual el robo de herramientas, de piezas de maquinaria y de hasta cableados de grúas-torre "lo que puede implicar la paralización de una obra durante una semana".
El precio del cobre va en aumento en el mercado ilegal (ya se sitúa en 6 euros el kilo bruto del metal), lo que unido a su fácil "pérdida de identificación" lo convierte en el principal objetivo de los ladrones, que tal como señaló el subdelegado Delfín Fernández "son en su mayoría autóctonos y de una etnia determinada". Pero también, añadió Delfín Fernández, "es habitual que operarios de una obra que se han quedado sin determinadas piezas se apropien de recambios en otras". Lo que hay que desmontar, recalcó, es "el mito de que la crisis disparó los robos, quien roba en una obra no lo hace para comer ni por necesidad sino para vender el material y con otros fines".
Causas
El aumento del número de obras del Plan E en la provincia, la construcción del AVE, la dispersión y el aislamiento de casetas y de las obras, así como la "fiebre" del cobre, deben tenerse en cuenta a la hora de contextualizar los robos, apuntaba ayer el subdelegado del Gobierno quien, sin querer entrar en polémicas, añadía que las numerosas detenciones practicadas por agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil no retiraban de la calle a los delincuentes. "Llegamos a detener hasta 15 o 16 veces a la misma persona en un mes y algunos delincuentes tienen 40 o más imputaciones a su espalda y no entran en la cárcel y cuando lo hacen, ya con sentencias firmes, las penas de privación de libertad son muy limitadas".
Delfín Fernández también quiso contextualizar el peso delictivo de los robos registrados en las obras de la provincia entre el 1 de enero y el 31 de octubre: "aunque aumentaron en un 7,7% respecto al mismo período del año anterior, suponen un 5% del total de los robos con fuerza constatados en la provincia en los diez primeros meses de 2010".
Consecuencias
De la reunión mantenida ayer por el presidente de APEC con el subdelegado derivará una serie de actuaciones para mejorar la seguridad de las obras: el establecimiento de sendos contactos de referencia en la Policía Nacional y la Guardia Civil, la organización de charlas monográficas de expertos policiales con empresarios y encargados de obras; la elaboración de un decálogo de medidas de autoprotección y una mayor permisividad por parte de las empresas para que las Fuerzas de Seguridad del Estado puedan acceder al interior de las obras, que no dejan de ser recintos privados.

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