La Fiscalía pide tres años para el escolta y el vigilante del tiroteo de Abando
Reclama indemnizaciones para el transeúnte herido y un concejal del PP
La Fiscalía Provincial de Vizcaya solicita tres años de cárcel, por un delito de lesiones, para cada uno de los protagonistas del tiroteo que puso patas arriba, en plena hora punta, la estación de trenes de Abando en agosto de 2008. El Ministerio Público considera reprochable tanto la actuación del escolta Carlos De Jesús, que tras una discusión disparó contra el vigilante de seguridad César Carmona, como la de este último, que hirió con su arma a un transeúnte que tuvo la mala suerte de presenciar el suceso. El Ministerio Público estima también que ambos son autores de un delito de daños y solicita el pago de una multa equivalente a 12 euros diarios durante diez meses, según el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EL PAÍS. Además, pide que los dos acusados pierdan durante cinco años el derecho a tener armas.
Pide que el escolta pague 21.130 euros al vigilante por sus heridas
La Fiscalía reclama también indemnizaciones para los diversos afectados por el tiroteo. Considera que fue un disparo del vigilante de seguridad el que hirió a S.O.A., un transeúnte de origen africano que resultó herido en su brazo izquierdo. Por ello solicita que indemnice a su víctima con 1.950 euros. Las heridas de S.O.A. tardaron 30 días en curar.
A su vez, el Ministerio Público solicita que el escolta pague 14.130 euros al vigilante Carmona por las lesiones que le causó y otros 7.000 euros por las secuelas. Este recibió un disparo en la región torácica y otro en el muslo izquierdo. Sus heridas tardaron 232 días en sanar. Carmona necesitó de tratamiento médico-quirúrgico y rehabilitador. El incidente le ha dejado varias secuelas físicas y psícológicas.
La Fiscalía contempla asimismo que el escolta pague una indemnización de 284 euros, reclamada por su entonces protegido, el concejal del PP en Portugalete, Santiago Pérez, por los daños que una bala ocasionó a su maleta. El Ministerio Público pide, a su vez, que los acusados paguen, entre los dos, un total de 2.207 euros al establecimiento de comida rápida Bocatta por los daños a sus instalaciones.
El juzgado de Instrucción número seis de Bilbao imputó a los dos implicados un tercer delito de amenazas, que el Ministerio Público considera ya incluido en el de lesiones. "Cuando los dos acusados se encañonan con sus respectivas armas, lo realizan para posteriormente disparar, pero no para intimidar o asustar al contrario", argumenta el texto.
El documento judicial fue enviado el pasado día 10 a las defensas para que formulen sus respectivos escritos. El relato de los hechos incluido en el mismo no esclarece el motivo que desencadenó la discusión que terminó a tiros.
El entorno de los dos procesados dio meses atrás versiones contradictorias sobre si se conocían antes del suceso. Personas cercanas al vigilante aseguraron a este periódico que no tenía ninguna relación con el escolta -incluso apuntaban que todo pudo desencadenarse por roces entre el escolta y otro vigilante-, mientras que fuentes próximas al escolta sostienen que ambos se conocían de vista.
Los hechos ocurrieron a las 13.45 del 29 de agosto de 2008, cuando ambos coincidieron en la estación -De Jesús acompañaba a su protegido mientras que Carmona trabajaba allí como vigilante-. Tras iniciarse una discusión entre ellos, desenfundaron sus armas reglamentarias: el escolta llevaba una pistola semi-automática Hk Usp Compact, de calibre 9 milímetros, mientras que el segundo empuñó su revolver marca Llama modelo Comanche II del calibre 38. El escolta sacó su arma primero.
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