La Brigada Central de Crimen Organizado de la Comisaría General de Policía Judicial detuvo en Madrid, con la colaboración del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Este de Córdoba y de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Zamora, a doce integrantes de una banda especializada en hurtar al descuido sacas de dinero destinadas a recargar cajeros automáticos.

Los arrestados, que están reclamados por 15 juzgados de diferentes provincias y a quienes se atribuyen 24 robos a entidades bancarias y a clientes en los que obtuvieron un botín superior a los 450.000 euros, distraían al personal de las sucursales y a los responsables de la custodia de los fondos con una puesta en escena “muy estudiada”, según informaron a Ical fuentes de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.

Los métodos del ‘pinchazo’ o ‘la mancha’ formaban parte de su repertorio para distraer a las víctimas, a las que arrebataban los reintegros que acababan de efectuar. Los arrestos se han producido en Madrid, cuando algunos de los integrantes del grupo preparaban su huida a Holanda.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mayo en torno a un grupo de carácter itinerante dedicado a cometer robos en sucursales bancarias, que utilizaba para sus desplazamientos vehículos de alquiler contratados con documentación falsa, que renovaban periódicamente para dificultar su seguimiento por parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado, según apuntaron las mismas fuentes.

La Policía Nacional averiguó tras la detención de la banda que sus miembros se dedicaban a la comisión de todo tipo de delitos patrimoniales, desde robos con violencia a robos con fuerza y hurtos al descuido. Se habían especializado en el apoderamiento de los depósitos monetarios transportados por furgones blindados para recargar los cajeros automáticos de las entidades bancarias, por lo que se desplazaban a localidades “relativamente tranquilas” del territorio nacional para apostarse en las proximidades de alguna sucursal bancaria, a la espera de la llegada de los vehículos de transporte de fondos.

Una vez localizado el vehículo, y anticipándose a los movimientos de los vigilantes de seguridad, accedían a la sucursal y mantenían ocupados a todos los empleados con diversos pretextos para que, siempre según las mismas fuentes, cuando llegara el personal encargado de la custodia con las sacas, estos no tuvieran más remedio que dejarlas temporalmente sin supervisión, momento que aprovechaban para llevar a cabo el apoderamiento y abandonar el lugar.

Aunque su objetivo principal eran las recaudaciones de los furgones blindados, no descartaban asaltar, con diversas técnicas en función de las circunstancias y las características particulares de la víctima, a cualquiera de los clientes de la entidad bancaria que hubieran hecho un reintegro importante de dinero.

La Policía intervino a los detenidos documentación falsa de México, Venezuela, Costa Rica y Guatemala, utilizada para acceder a España sin necesidad de visado y para dificultar su identificación por los Cuerpos Policiales y evitar así su localización y expulsión a su país de origen, Colombia.

Para el desarrollo de sus actividades, solían organizarse en tres células que se desplazaban de forma independiente, pero interconectada con las demás, de tal forma que, si habían localizado un objetivo interesante que requería el concurso de más personas, acudían de forma urgente y coordinada.

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