Las dimensiones del Hula obligan a la seguridad a utilizar patinetes eléctricos La adjudicataria del servicio de vigilancia del nuevo hospital han empezado a utilizar patinetes eléctricos para sus desplazamientos por el interior del recinto. Las grandes dimensiones del centro obligan a buscar un sistema de transporte relativamente rápido para poder llegar de un sitio a otro.
Vinsa, empresa que se hará cargo de la seguridad del Lucus Augusti durante los próximos dos años, estrenó dos vehículos de ese tipo coincidiendo con la apertura del área de hospitalización. Mientras que sólo estuvo abierta al público la zona de consultas, así como el vestíbulo, la seguridad se limitó al exterior del recinto, pero desde que el lunes se inició el traslado de Calde y llegaron los primeros ingresados, ya se cuenta con vigilantes en los bloques de hospitalización.
Además de incluir elementos de transporte, la adjudicataria deberá asumir importantes incrementos de personal con respecto al existente en el Xeral. Igualmente, el circuito de vigilancia por televisión será mucho más amplio.
Entre otros detalles, tendrá que colocar dos unidades en la zona en la que estará el acelerador lineal -aparato que se utilizará para tratamiento de Radioterapia-, otras cuatro en la de recuperación, seis en las de colonoscopia y cinco en el box de sueño.
El de vigilancia no será el único servicio que deberá enfrentarse a las grandes dimensiones del hospital. De hecho, el de cocina transporta sus carros térmicos con comidas y cenas en un sistema de cintas y, en el futuro, está previsto que el Lucus Augusti cuente con un método de transporte robotizado que cubra las distancias entre los distintos bloques que componen el recinto.
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