tata Usuario Baneado
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| Tema: Interludio Navideño Lun 27 Dic 2010 - 19:40 | |
| Interludio Navideño "En la historia de las movilizaciones sociales se está abriendo una página donde el poder del consumidor puede ser una medida de presión importante para expresar desacuerdos" MARÍA ESCUDERO VERA En el nuevo escenario globalizado presidido por los imparables avances tecnológicos, el gran poder financiero y los llamados ´mercados´ cuya identidad desconocemos los ciudadanos de a pie, surgen nuevas formas de reivindicación. Un ejemplo es la huelga del consumo que ha tenido lugar la pasada semana, acaeciendo como preludio a un ambiente navideño, que está irremediablemente presidido por la crisis nacional e internacional y sus consecuencias. Al margen de las cifras de seguimiento, esta nueva forma de llamar a la ciudadanía pone de manifiesto que en la historia de las movilizaciones sociales se está abriendo una página donde el poder del consumidor puede ser una medida de presión importante para expresar desacuerdos. Quizá como un primer paso en la concienciación de la fuerza que la voluntad del que consume puede llegar a tener, el 21 de diciembre quede marcado en el calendario de los movimientos reivindicativos. Frente a la invitación al gasto cero, la gran mayoría continúa sus compras antes, durante y después de la cita a la huelga. Pero los hay también que ni ese día en específico ni en muchos otros pueden adquirir productos, incluidos los de subsistencia. El paro es una de las principales causas de pobreza, y muchas personas se han quedado sin empleo envueltas por los efectos de la complicada coyuntura económica. Según el Centro de Investigaciones Innocenti, que depende de UNICEF, España es el segundo país con mayor tasa de pobreza infantil de la OCDE. La situación de pobreza está dando lugar a sucesos que prácticamente estaban desaparecidos, valga el ejemplo de lo que ocurrió en un supermercado y que escuché de la voz de un vigilante de seguridad, quien lo contaba a la cajera. Se quejaba la chica porque la lotería no le había tocado tampoco este año, a lo que contestó el vigilante que ya era una fortuna disponer de trabajo con la que está cayendo. Contó él que hacía unas horas había tenido que llamar la atención de un hombre joven, quien hizo sonar la alarma con su paso a la salida del establecimiento. Resultó que aquel hombre llevaba escondido en la bota una cinta de lomo y una pastilla de turrón; alegó que estaba en paro y tenía hijos pequeños. Demasiado fuerte ¿no?
El espíritu navideño de una señora que observó la escena hizo que interviniera y pidió que cargaran a su cuenta cuanto llevaba escondido el hombre joven. El muchacho, agradecido y avergonzado, le dio las gracias, pero apuntó que solo momentáneamente se solventaba su problema; que lo que necesitaba era un trabajo para vivir dignamente. El gran desafío para el año 2011 es, sin duda, el empleo. Después de escuchar aquella anécdota salí a la calle, las luces de colores y los villancicos recordaban que la navidad ya está aquí. |
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