La Policía francesa halla cerca de Suiza un zulo reciente de ETA con armas y munición
El escondrijo, el primero encontrado tras el último comunicado, está situado en una zona de repliegue de la banda
a Policía gala desmanteló ayer cerca de la frontera de Francia con Suiza un escondrijo de ETA, con un par de armas largas, munición industrial y artesana así como un manual de armamento, que se encontraba operativo desde fecha reciente. El hallazgo del primer zulo desde el anuncio de alto el fuego general se localiza en un área de repliegue estratégico al nordeste del país vecino, donde activistas etarras han atracado una empresa de artes gráficas y se han saltado un control policial en las últimas semanas.
Una familia de paseantes descubrió el depósito etarra el sábado por la tarde en un bosque de la región del Franco-Condado situado en el término municipal de Dramelay, perteneciente al departamento de Jura, fronterizo con Suiza. Estas comarcas montañosas fueron utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial por la Resistencia a la ocupación nazi para esconder armamento en cavidades naturales.
Disimulados bajo un montón de piedras había tres recipientes -dos cilindros y un bidón de plástico-, uno de los cuales estaba vacío. En el interior se intervino dos armas largas tipo fusil, municiones de diverso calibre y un manual instructivo en el uso de armamento.
También se halló pólvora y plomos aparentemente destinados a confeccionar munición de manera artesanal. Todo el material se encontraba cuidadosamente embalado con cinta aislante en paquetes de plástico etiquetados en euskera.
Sin explosivos
A falta de un inventario definitivo, en el escondrijo no había explosivos ni detonadores. Especialistas de la Policía Técnica y Científica examinaron el contenido en busca de huellas dactilares y biológicas. La investigación corre a cargo de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) y de la Policía Judicial de Dijon bajo la dirección de la Fiscalía de París.
Fuentes antiterroristas descartaron, en la fase actual de pesquisas, vínculos entre el zulo y los dos etarras que el 6 de enero se saltaron un control aduanero en el este de Francia, no lejos de la frontera con Luxemburgo. Los fugitivos, que eludieron una caza al hombre de la Gendarmería con un helicóptero y perros adiestrados en el rastreo, viajaban en un Citroën Berlingo que había sido robado el 10 de diciembre en Leffond (departamento de Alto Saona). Este municipio de la región del Franco Condado se encuentra a 170 kilómetros al norte del zulo descubierto el sábado.
Los medios citados desmintieron que en el interior del automóvil, abandonado en la autopista A-31 cerca de Nancy, se hubiera descubierto información sobre policías y guardias civiles con fotos descargadas de Internet. El examen del disco duro intervenido no ofreció «nada interesante». Había un manual de explosivos, placas de matrícula falsas, equipación de acampada y utensilios para cavar zulos en el monte.
El escondrijo de Dramelay se sitúa a 230 kilómetros al norte de Bour de Péage, localidad en la que un comando de ETA se apoderó el 20 de diciembre del material necesario para falsificar cerca de 25.000 documentos de identidad. Cuatro días más tarde un paseante descubrió un zulo en un bosque de Dordoña, también de manera casual pero esta vez en el suroeste de Francia. A primeros de año la Policía Judicial extrajo de su interior 250 kilos de nitrato amónico, materia prima del amonal, que había sido depositado allí en fecha imprecisa pero no remota.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20110117/politica/policia-francesa-halla-cerca-20110117.html