El hombre se negó desde que fue detenido a dar pistas sobre la identidad o localización de los dos compinches que lo acompañaban el sábado a primera hora de la mañana. Los tres se disponían a atracar a punta de pistola la joyería Romeu, en la calle Real. No les importó que fuese la única joyería de la ciudad que cuenta con un guarda jurado para garantizar la seguridad en el interior del establecimiento. Nelson llamó a la puerta, el vigilante la abrió y nada más cruzar el umbral sacó una pistola. Pero entonces el guarda se le echó encima y, cuando ya lo tenía en el suelo, dos empleados del negocio se sumaron a él y, entre todos, pudieron reducirlo y retenerlo hasta que poco después llegaron un grupo de agentes de policía que se hicieron cargo de su custodia. Fuera del local, junto a la puerta, se encontraban los compinches, que al ver la reacción de los trabajadores optaron por huir, dejando al ahora encarcelado solo.

De esos no se sabe nada. El 092 los busca, aunque se cree que ya abandonaron la ciudad.

http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2011/01/19/0003_201101H19C10996.htm