M. I.
José Antonio Faya Ordóñez lleva más de 20 años dedicado a la seguridad como guarda jurado de numerosas empresas. Durante año y medio trabajó de portero de discoteca y asegura que «lo más importante es ser profesional». «El 80 por ciento de las personas que trabajan en este sector no están preparadas, son gente que viene de gimnasios», dice Faya.
Este especialista en seguridad participó ayer en la mesa redonda organizada por el Partido Popular para contar su experiencia en el ocio nocturno. «Lo importante es realizar cursos y, sobre todo, tener calma en el servicio, mano izquierda y mucha paciencia», explica. En este sentido, el guarda de seguridad asegura que «influye el temperamento de las personas».
De su experiencia como portero de discoteca, Faya relata que «me pedían de todo, desde sacar a los que se estaban pegando en el bar, hasta realizar primeros auxilios». La coordinación con la Policía de Gijón, según explica el especialista en seguridad, «siempre fue muy buena». «Yo valoraba durante dos minutos el incidente e inmediatamente llamaba a la Policía que acudía al momento», dice.
Como ejemplo José Antonio Faya cuenta que «en un mes puse quince denuncias». Para evitar los incidentes que se producen en las zonas de ocio nocturnas, el experto cuenta que es necesario un control, así como una regularización del sector y una apuesta de los empresarios, que deben invertir más dinero para las contrataciones.
«No hay ningún tipo de inspección, la Policía no controla el tipo de personas que vigilan los locales y mucho menos se realizan test psicotécnicos», explica en relación a la nueva normativa establecida en Madrid para vigilar a los porteros.
Respecto a la presencia de mafias en los accesos a locales, Faya asegura que Asturias, «de momento», está libre. «Sin embargo, en Madrid y Levante el problema de porteros mafiosos es muy común y peligroso».
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