La Subdelegación del Gobierno pide a la policía datos de la detención en el campus
J. M. G. Ourense / La Voz
La Subdelegación del Gobierno ha solicitado a la Comisaría de la Policía Nacional un informe preocupada por los hechos acontecidos a primera hora de la mañana del lunes día 7, en la Biblioteca Central del campus, donde una trabajadora del servicio de limpieza acabó siendo esposada y llevada a comisaría por una patrulla.
El subdelegado, Camilo Ocampo, señaló que escuchará a ambas partes, a la Policía con su informe y a Cristina pero que esperará a que se pronuncie la Justicia ya que el caso está en los juzgados. El juicio de faltas se verá el 30 de marzo. En el banquillo de los acusados estarán los dos polícías denunciados por Cristina y esta mujer, quien a su vez ha sido denunciada por los agentes.
Ayer se conocía el informe policial en el que los agentes dan su versión de los hechos. Señalan que aquel lunes se les avisó de un aviso de alarma en el campus nuevo. La responsable de seguridad de Prosegur les dice que en el edificio Xurídico Empresarial no sonó ninguna alarma. Por descarte, los agentes fueron al pabellón polideportivo y a la biblioteca, los otros dos edificios de la zona. Al llegar a la Biblioteca Central, observaron a cristina, con el mono de trabajo, cumpliendo con su labor. Ella es la primera que entra y estaba sola en todo el edificio. Los agentes dicen que requirieron a esta trabajadora la cual les dijo que les abriría la puerta principal, situada abajo. Cristina alega que no tenía llaves de la puerta de emergencia.
Los agentes indican que ella les dijo que hablasen con seguridad y le insistieron en que les abriese la puerta. Una vez que se la abrió, aseguran que ella les dijo que no tenía que identificarse. Ante la insistencia de estos, acabó mostrando el DNI en un cuarto donde se cambian. Según los policías, ella llamó chulo a un agente y encubridora a su compañera. Añaden que Cristina insistió en esos calificativos.
Avisaron al responsable de la empresa, Óscar Carballal quien, según los agentes, les dijo que Cristina estaba muy nerviosa y que la alarma se activa por mal funcionamiento y que podría tratarse de la de la cafetería. Óscar se extrañó de los hechos.