LOS VIGILANTES DE ATUNEROS QUE RELEVARÁN A LOS DESPLEGADOS EN SOMALIA NO HAN PRACTICADO TIRO A LARGA DISTANCIA: EL CURSO DE LA MARAÑOSA PROMETIDO POR DEFENSA NO SE HA CELEBRADO
Defensa anunció a finales de 2010 que asumiría parte de la formación de los vigilantes que protegen en Somalia a los pesqueros españoles. Este curso, previsto para febrero, ni ha comenzado ni tiene fecha. Los agentes de seguridad que darán los relevos a los que están actualmente allí no han practicado el tiro a larga distancia.
Según fuentes del sector de la seguridad privada, vinculadas directamente con las negociaciones entre Defensa y los armadores, el curso diseñado por el ministerio no ha comenzado. Los vigilantes se están formando en otras instalaciones distintas a las del Instituto Técnico La Marañosa.
La ventaja que aportan estas instalaciones, que acaban de ser inauguradas oficialmente –oficiosamente hace meses- por el príncipe Felipe y la ministra Carme Chacón, es que ofrece la galería de tiro más larga, de unos 700 metros.
Los vigilantes se entrenan en el tiro con fusiles de asalto HK G36 –utilizado por las Fuerzas Armadas españolas, la UIP y el GAR entre otros- y la ametralladora media MG, capaz de disparar 1.200 balas del calibre 7,62 por minuto, alcanzado eficazmente a blancos situados a distancias de 1.200 metros.
Estas armas, por sus características, están específicamente recomendadas para las labores de vigilancia privada en los atuneros que faenan en aguas del Índico. Son las ideales para amedrentar a los piratas ante un intento de secuestro, pese a que el arsenal del que disponen los agresores “es incluso más potente”, según las fuentes consultadas por ECD.
El inicio de este curso, anunciado por Carme Chacón, debería coincidir con el inicio de una de las peores épocas de la piratería en el Índico, la del periodo intermonzónico. De febrero a junio, las corrientes marinas y los vientos se estabilizan, haciendo más fácil la navegación por las aguas que rodean a Somalia. Esto permite a los piratas estancias más prolongadas en la mar e incluso ampliar su rango de acción con expediciones superiores a las 1.000 millas.
Fuente: EL CONFIDENCIAL DIGITAL.com