Los empresarios vilalbeses estudian contratar vigilantes contra los robosCampanario de As Goás, sin campanas
La creciente oleada de allanamientos y robos sufridos en la comarca chairega ha llevado a la asociación de empresarios del polígono Sete Pontes de Vilalba a encargar un estudio para analizar la implantación de un sistema de seguridad privada, según explicó el presidente, Jesús Sardiña. «Hai uns cantos empresarios interesados en recurrir a este sistema» relata Sardiña, quien avanzó que ahora están analizando su viabilidad, dado su elevado coste.
«Todo dependerá dos socios que estean dispostos a abonar unha cota, porque, por poñer un exemplo, ter dous vixilantes nocturnos sen arma de 22.00 a 6.00 horas, que é o periodo de máis risco, tería un custe duns 9.000 euros ó mes», señala y recuerda que hace años ya se barajara la posibilidad de incrementar la seguridad, opción que se descartó por su precio.
Aunque en las últimas semanas no se han registrado incidentes en el polígono, Sardiña insiste en que «hai preocupación e sabemos que temos que contar cun aumento da violencia», razón por la que recomienda a los empresarios «contratar un bo seguro, esa é a mellor aposta», y recuerda los tres asaltos sufridos en en octubre, donde los ladrones entraron en dos naves y en la ITV. No se llevaron casi nada, pero sí hubo desperfectos.
Una experiencia similar es la que atraviesan día tras día las iglesias de la zona, cuya situación aislada o escasa iluminación las hacen víctimas propiciatorias de la acción de los maleantes. El robo de las campanas del templo de As Goás ha sido el más llamativo, por lo voluminoso del botín, pero no el único de las últimas semanas. Así, en la iglesia de Santa Mariña de Guitiriz faltan cuatro focos exteriores valorados en más de 400 euros cada uno.
«Entre os veciños non hai ilusión por repoñelos», explica el párroco, Alfonso Blanco, un veterano en el trato con los maleantes, que sustrajeron piezas valiosas de la capilla de Bascuas en un hurto anterior y desvalijaron hace algunos años la rectoral de San Salvador, de la que se llevaron libros de bautismos o piezas de Sargadelos.
«Os libros devolvéronos no bispado de Mondoñedo e as pezas houbo quen as mercou no mercadillo da Soidade e, ó saber de onde viñan, devolveunas» recuerda el párroco, quien constata que la gente tiene «medo de que siga medrando a cousa, porque nesta situación de crise hai sectores que se dedican a este tipo de roubos» ya que, dice, «a austeridade costa esforzo».
La capilla de los Remedios de Codesido tiene el récord de asaltos, pero los hurtos se han sucedido en Belesar, Corbelle, Sancovade, Santaballa, Triabá, Mos, Muimenta, Xermade... , razón por la que desde la diócesis se pide la colaboración vecinal: «É moi importante a labor de prevención dos veciños, se ven algo sospeitoso, un coche non habitual, xente descoñecida, deben denuncialo, alertar a Garda Civil», explica Félix Villares, delegado episcopal de patrimonio de la diócesis de Mondoñedo Ferrol.
Villares también recomienda a los curas que no dejen nada de valor en los templos y explica que lo que se suelen llevar los cacos son las monedas de los cepillos, las joyas de las imágenes o los equipos de música. «Esto vai por rachas, poden pasar meses sen nada e logo volven, porque todo o que se poida vender lles vale».
Junto a las iglesias, los bares son otro de los objetivos predilectos de los ladrones y todas las semanas tragaperras, máquinas de tabaco o cajas registradoras sufren algún asalto, si bien muchos no trascienden a la opinión pública por el silencio informativo de la subdelegación del Gobierno.
VÍCTIMAS
* Asaltos en horario laboral. Dos atracadores armados con una pistola y un cuchillo entraron en la gasolinera de Buriz (Guitiriz), hace menos de tres meses. Intimidaron a la empleada y se llevaron 300 euros. Pocos días después, el dueño de una nave de Momán (Xermade) sorprendió a varios individuos cuando presentuamente se encontraban sustrayendo material de la misma.
* Otros escenarios. Casas, obras, naves, instalaciones deportivas e incluso colegios han sido víctimas de los cacos, que también entraron tres veces en pocos meses en el punto limpio Serra de Meira. En la última se llevaron un botín y causaron daños por valor de 4.500 euros. Los seis concellos titulares de las instalaciones estudian las opciones para mejorar la seguridad. La Subdelegación del Gobierno nada informó de esos robos.
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