Condenados a más de ocho años de prisión por robar y retener a un vigilante
Toledo, 25 mar (EFE).- La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a un padre y sus dos hijos a penas de entre ocho años y tres meses de prisión y ocho años y medio de prisión por los robos que perpetraron en empresas de Madrid y Toledo y por retener al vigilante de una de ellas en la localidad toledana de Esquivias.
Según la sentencia hecha pública hoy, los condenados son Julián C.D., de 52 años, y sus dos hijos, Julián y Pío C.L., de 28 y 29, y para quienes el fiscal solicitó penas de entre diez y trece años de cárcel.
Los delitos por los que han sido condenados son los de robo con violencia con uso de armas y medios peligrosos, en concurso con el delito de detención ilegal, tenencia ilícita de armas, hurto y lesiones, aunque se les absuelve del delito continuado de robo con fuerza en las cosas.
El tribunal de la sección primera de la Audiencia toledana les condena, asimismo, a indemnizar a la empresa afectada de Esquivias (Fiege Ater Iberia) con más de seiscientos mil euros, de donde los acusados se llevaron más de veinte mil electrodomésticos.
También deberán indemnizar conjuntamente al vigilante retenido (J.A.S.A.) con 17.400 euros por las secuelas y lesiones que le ocasionaron los condenados, quienes le golpearon y le mantuvieron atado a silla durante dos horas y media, hasta que llegó su compañero de trabajo.
Los hechos tuvieron lugar entre el 5 y el 11 de agosto de 2003, cuando los acusados cometieron robos de material tan variado como bebidas, alimentos, herramientas y al menos veinte mil electrodomésticos.
El primero de los robos ocurrió en Valdemoro (Madrid) los días 5 y 6 de agosto de ese año, el segundo en Leganés (Madrid) el 11 de agosto y un día antes, el 10 de agosto, robaron en una nave de Esquivias (Toledo), donde retuvieron al vigilante de seguridad y se apoderaron de unos 20.000 electrodomésticos, que cargaron en varios camiones.
Una vez allí, redujeron al vigilante de seguridad que se encontraba patrullando por la zona en uno de los coches de la empresa, le encerraron durante media hora en el maletero de un coche y después le sacaron para esposarle en una silla mientras cargaron la mercancía robada durante dos horas y media
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