Un vigilante de seguridad de un club social del centro de Córdoba se enfrenta a tres meses de prisión acusado de un delito de imprudencia grave cometido supuestamente al empujar a un ciudadano que no era socio, lo que le hizo caer por unas escaleras.

El incidente se produjo en la madrugada del 2 de marzo de 2009. Según relata el fiscal en su informe provisional de acusación, el vigilante fue requerido por una camarera porque, al parecer, había sido insultada por un cliente. Tras identificar al sospechoso y comprobar que no era socio, le invitó a abandonar el lugar, a lo que éste se opuso. El fiscal asegura que A. J. F. A. "le propinó un fuerte empujón que determinó que perdiera el equilibrio y cayera por las escaleras", lo que hizo que se fracturara una mano. El vigilante se enfrenta a tres meses de prisión y a pagar una indemnización de 11.000 euros.

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