El escolta de una concejal muere en un tiroteo al confundir a guardias civiles con terroristas
El asfixiante clima de terror que ETA ha extendido por las calles de País Vasco provocó ayer en San Sebastián una dramática confusión.El escolta privado de una concejal socialista, tras disparar contra tres guardias civiles al creer que eran etarras que iban a asesinar a la edil, murió cuando los agentes repelieron la agresión con sus armas reglamentarias. Los miembros de la Benemérita se disponían a detener a tres atracadores.
El trágico malentendido tuvo lugar sobre las ocho y media de la mañana en el Paseo de Larratxo, del barrio donostiarra de Alza, en las proximidades de una sucursal de la Kutxa. En los alrededores de esta entidad, agentes del servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil habían establecido un dispositivo con el objetivo de detener a tres peligrosos delincuentes de los que se tenía la sospecha de que planeaban un atraco a un banco en San Sebastián.
Los miembros de la Benemérita seguían los pasos de estos individuos desde hacía días -uno de ellos fue controlado en su desplazamiento desde Levante al País Vasco- dentro del sumario abierto por el Juzgado número tres de la capital donostiarra, que tenía declaradas secretas las actuaciones.
Según el testimonio aportado por varios vecinos, los atracadores llegaron en un coche de color rojo que estacionaron en batería cerca de la sucursal de la Kutxa, del Paseo de Larratxo. Seguidamente, otro vehículo, al parecer ocupado por guardias civiles, se paró junto al turismo de los presuntos atracadores a fin de cortar el paso y evitar su huida. Los agentes iban vestidos de paisano y en sus manos llevaban sus armas reglamentarias al sospechar que los asaltantes iban armados.
Mientras los guardias civiles realizaban esta operación, en la cafetería Lanbroa, situada justo enfrente de la oficina de la Kutxa, se encontraba desayunando la concejal socialista de Lezo Ainoha Villanúa. Antes de que ésta abandonara el establecimiento, su escolta, Joseba Andoni Udaniz, de treinta y dos años de edad, salió a la calle para inspeccionar la zona. En ese momento vio a tres personas que empuñaban pistolas y, al creer que se trataba de etarras que preparaban un atentado contra la edil socialista, disparó contra una de ellas. Quien recibió el impacto de los proyectiles fue el cabo de la Guardia Civil R.G.R., de veintiocho años. Ante ello, los agentes que intervenían en la operación respondieron a los disparos de Joseba Andoni Urdaniz, que fue alcanzado mortalmente cuando se encontraba al otro lado de la calle. Su cuerpo quedó tendido entre un vehículo y un contenedor de basura. Hasta pasadas las doce y media de la mañana, el juez de guardia no ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de San Sebastián para realizarle la autopsia.
El cabo de la Benemérita fue intervenido quirúrgicamente durante tres horas en el hospital Donostia, donde permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Especiales con pronóstico grave. Facultativos del servicio de Cirugía Vascular del centro sanitario operaron al agente, quien presentaba «rotura de arteria y venas poplíteas», que son continuación de la femoral y se distribuyen por la rodilla y la pierna, que fueron reconstruidas mediante un by-pass. El agente recibió también dos disparos en el pecho, que no le hirieron gracias a que llevaba un chaleco antibalas.
A pesar del tiroteo, la Guardia Civil consiguió detener a los tres peligrosos atracadores, cuyas identidades no fueron facilitadas por la Dirección General del instituto armado al encontrarse el caso bajo secreto sumarial.
Joseba Andoni Urdaniz, que era delegado en Guipúzcoa de la Asociación Española de Escoltas, iba a realizar ayer su último servicio de protección de la concejal de Lezo Ainhoa Villanua, a quien estaba previsto asignarle otro guardaespaldas. La víctima había nacido en Vera de Bidasoa (Navarra), y era novio de la cocinera de la Casa del Pueblo de San Sebastián.
«Murió por salvar mi vida»
La edil del PSE, visiblemente afectada por la muerte de su escolta, manifestó que «Joseba Andoni ha muerto por salvarme la vida y ha hecho bien su trabajo», ya que ambos creyeron que se trataba de terroristas que iban a atentar contra ella.
La hipótesis de que el escolta confundió a los guardias civiles con etarras es una de las que baraja la Asociación Española de Escoltas, a la que pertenecía el fallecido. Un portavoz de esta organización indicó que «los testigos en el lugar de los hechos han manifestado que los guardias civiles iban pistola en mano y con el verduguillo en la cabeza. Entendemos que habrá habido una confusión: el compañero que ha fallecido habrá pensado que eran terroristas que iban a por él y pensamos que los guardias civiles habrán pensado que él sería uno de los atracadores». La Asociación Española de Escoltas tiene previsto personarse en la causa por el tiroteo «hasta que se esclarezcan todos los hechos».
La titular del Juzgado de Instrucción número cinco de San Sebastián, que instruye la causa por el tiroteo, ha ordenado al Cuerpo Nacional de Policía la apertura de diligencias para investigar los hechos. Esta decisión responde a la neutralidad y ausencia de vínculo alguno del CNP con el caso. No obstante, la inspección ocular en el lugar del suceso corrió a cargo de efectivos de la Policía autónoma vasca, lo que no implica contradicción alguna con la decisión judicial de ordenar la investigación al CNP, dado que los agentes de la Ertzaina llevaron a cabo su tarea «de oficio».
No es la primera vez que se produce un hecho de estas característisticas en el País Vasco. En 1979 falleció en San Sebastián un policía nacional en un enfrentamiento con guardias civiles al que los miembros de la Benemérita confundieron con un etarra. También en San Sebastián, el 24 de noviembre de 1980, en las inmediaciones del Ayuntamiento, agentes de la Policía y de la Guardia Civil tuvieron un enfrentamiento a tiros al confundirse con miembros de ETA. A consecuencia de ello un guardia civil, un policía nacional y una mujer resultan heridos. El 28 de febrero de 1997, agentes de Benemérita y de la Ertzaintza mantuvieron en Bilbao un enfrentamiento a tiros en el que tres agentes resultaron heridos.
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