Vende la moto y corre
La Audiencia condena a 4 años a un joven por estafar 261.000 a los amigos de su novia, a los que ´coló´ una inexistente motocicleta Ferrari.
Francisco Gómez fue condenado ayer por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial a cuatro años de prisión y 5.400 euros de multa, además de una indemnización por determinar, por un delito continuado de estafa a los amigos de la que era su novia, en el verano del 2008. Al estilo de Leonardo di Caprio en la película Atrápame si puedes (basada a su vez en un hecho real), el joven se hizo pasar por adinerado para conseguir hasta 261.000 euros de las víctimas. De hecho, también se identificaba como piloto... pero de coches.
Como en el filme de Spielberg, el acusado utilizaba su encanto natural para engatusar, primero a la chica, y luego poco a poco a todo su círculo de conocidos. Además de aparecer como un importante hombre de negocios, el acusado convenció al grupo de amigos de que era probador oficial de vehículos de competición de varias marcas de competición como Mac Laren, Renault y Ferrari.
Aprovechando este supuesto contacto se ofreció a venderle una motocicleta de la marca italiana a uno de ellos, por solo 21.000 euros de señal. La única pega de la transacción es que Ferrari no fabrica motos, a pesar de las abundantes discusiones sobre el tema que pueden encontrarse por internet.
Para mantener su tapadera, el joven llevaba un alto tren de vida, e incluso compraba grandes cantidades de ropa elegante --al contado-- en la tienda de uno de ellos. Una vez ganada la confianza del grupo, les pidió señales para diversas propiedades como pisos en Barcelona --a dos de ellos, por 60.000 euros cada uno--, terrenos en Madrid (30.000 euros) y la citada motocicleta. De hecho, a este amigo en concreto consiguió endosarle también uno de los pisos en la ciudad condal. Por supuesto, nunca recibieron más información de estos asuntos.
Una vez capturado, en poder del joven solo se encontró una pequeña cantidad de dinero, un coche de alta gama --un Mercedes SL 55--, por el que pagó 60.000 euros y un Renault Megane. Todos estos elementos se utilizarán para pagar la parte de la indemnización que se pueda.
Alias
En el momento de cometer los hechos juzgados ayer no tenía aún antecedentes penales que pudieran modificar la pena, pero hasta hace poco estaba interno en la cárcel Nanclares de Oca (Álava). Sin duda, la técnica del hombre de negocios le funcionó muy bien en Zaragoza, y la Policía investiga si la utilizó en otras ocasiones.
Para mantener su tapadera, el acusado cambiaba continuamente de identidad, utilizando diversos nombres como David Hernández García, David Losada Martín, David Leeps y David Lips Losada. El camaleónico estafador consiguió ir esquivando a su Tom Hanks particular un tiempo, pero como en la película, acabó mal. Al menos, el acuerdo al que llegó ayer le libró de cuatro de los ocho años de prisión que pedía la Fiscalía.