Vigo. M.R. Iglesias
Un vigilante de seguridad muerto y otros dos heridos de gravedad es el balance del asalto ocurrido en la madrugada de ayer en Vigo contra un furgón blindado, que transportaba 200 millones, producto de la recaudación de un centro comercial. Los asaltantes colocaron una bomba lapa en la puerta trasera derecha del vehículo, lo que hizo recaer las sospechas en una acción de los GRAPO, hipótesis que ayer por la tarde se descartó.

El suceso se produjo a pocos minutos de las doce de la noche del sábado junto a la fábrica de chocolates Sabú, situada en la barriada Nodelo de la ciudad pontevedresa de Vigo.
Según testigos presenciales, cuando circulaba el furgón de la compañía de seguridad «Prosegur» en dirección a su centro de operaciones, se vio interceptado por un coche de color rojo, al parecer un Peugeot 205 con matrícula de Portugal, que había sido robado en la localidad lusa de Barcelos.
Este vehículo les impidió el paso y los obligó a parar. Una vez detenido el furgón, los tres ocupantes del coche, encapuchados con unas fundas negras en la cabeza, así como un cuarto individuo, que se encontraba esperando en el vehículo en una zona oscura, dispararon con un fusil de repetición a los tres vigilantes jurados.
Seguidamente, y una vez que habían logrado neutralizar a los responsables del blindado, los delincuentes prqpedieron a colocar una bomba lapa en el lado derecho del vehículo de seguridad.
Según fuentes de la investigación consultadas por este periódico, ¡os propios asaltantes se mostraron sorprendidos por la fuerza del explosivo que utilizaron. La realidad fue que, como consecuencia del formidable estallido, pereció en el acto el conductor del furgón, el vigués José Rolando Mosquera Costas, y resultaron heridos de gravedad sus compañeros Benito Silva Novoa y Manuel Galloso Álvarez, residentes en la misma ciudad gallega. El furgón quedó totalmente destrozado con un enorme boquete en su lado derecho.
Tras la explosión ninguno de los asaltantes pudo acceder al vehículo blindado, por lo que, según fuentes del Gobierno Civil de Pontevedra, huyeron sin llevarse ninguna de las tres sacas en que se repartían unos doscientos millones de pesetas producto de la recaudación del pasado sábado en un hipermercado.

Con posterioridad, la Policía encontraría en el lugar de los hechos, durante su inspección ocular, varios casquillos del calibre 7,62 milímetros, munición ésta que llevaba grabadas las siglas FNM, al parecer de fabricación portuguesa.
La Policía de Vigo señaló ayer por la mañana que sus sospechas se dirigían a pensar que los cuatro asaltantes quedaron sorprendidos por la fuerza del artefacto y, ante la dificultad para apoderarse de las sacas, optaron por emprender la huida a pie por el camino de Peteta en dirección al parque de Cástrelos de Vigo.
En un principio, los investigadores barajaron la posibilidad de un atentado, en concreto, perpetrado por algún grupo de la organización terrorista GRAPO. Sin embargo, y a medida que fueron pasando las horas esta teoría se vendría abajo, sobre todo al conocerse la existencia de otro coche destrozado por una explosión en un monte cercano al aeropuerto vigués.
Según un portavoz de la comisaría de esta ciudad, un hombre informó a la Policía de este hallazgo en el camino de Santa Marina, en concreto en la zona de Cotogrande. El coche era de matrícula portuguesa y había sido robado en Barcelos. Este hecho, según la Policía, hacía pensar que los autores del asalto al blindado fuesen delincuentes comunes que hubiesen programado su actuación desde Portugal con el exclusivo móvil de robar el contenido de las sacas de dinero que portaba el vehículo.
Por su parte, el gobernador civil de Pontevedra, José Álvarez de Paz, en declaraciones efectuadas a una emisora de radio, señaló que por la forma en que ha actuado la citada banda terrorista en otros casos, este hecho no parece guardar semejanza con los anteriores. «Ni en cuanto al resultado, ni en cuanto a la forma en que colocaron el artefacto», matizó.
El gobernador también recordó el hecho de haberse encontrado casquillos de proyectiles fabricados en el país vecino, lo que hace pensar en una banda internacional.