600.000 maletas revisadas al año
La Guardia Civil controla la seguridad del aeropuerto, vigilado con 55 cámaraslos equipajes son sometidos a inspecciones de explosivos y drogas
Un perro de la Guardia Civil detecta droga dentro
de una maleta en un ejercicio simulado
Revisan unas 600.000 maletas al año y aproximadamente el mismo número de pasajeros. O lo que es lo mismo. Controlan uno por uno al equivalente de cada habitante de las ciudades de Gijón, Oviedo y Avilés juntas. Un trabajo minucioso que hace que el aeropuerto de Asturias sea uno de los más seguros de España. E incluso del mundo. «En toda la historia del aeródromo nunca se ha tenido que desalojar por la presencia de un artefacto», explica el sargento de la Guardia Civil Simón López. El éxito está en los complejos sistemas de seguridad de los que disponen y la pericia de los profesionales.
La Benemérita controla las instalaciones y cuenta con 28 agentes, a los que se suman unos cuarenta vigilantes privados. Y escáneres de personas y de equipaje, 55 cámaras de vigilancia conectadas a una centralita, perros expertos en detectar sustancias estupefacientes o explosivos y apertura aleatoria de maletas.
«La normativa aérea prohibe a los viajeros subir ala cabina con tijeras, cortauñas, bastones y líquidos. Esos son los problemas rutinarios que tenemos. Fuera de eso, poca cosa, pero no hay que confiarse», apunta el mando de la Guardia Civil. En la excepcionalidad están los doce kilos de droga decomisada a pasajeros en los últimos quince años.
El sargento primero Antonio Uriz Bergantiños, jefe de la Unidad de Fiscal del aeropuerto, recuerda una de las últimas operaciones, en las que dos ciudadanas ocultaron cocaína en las varillas de unos estores. «La droga procedía de Venezuela y llegaron a Asturias en un vuelo procedente de París. Se dio la circunstancia de que la maleta en cuestión llegó un día después. Fueron detenidas», explica.
Este servicio de la Benemérita, separado del de seguridad propiamente dicho, es el encargado de controlar la circulación de armas, de animales de compañía, el movimiento de capitales (lo permitido son 100.000 euros en vuelos nacionales) y la importación y exportación de mercancías, entre otros aspectos. «Aquí lo que más trabajo suele darnos es el tabaco que la gente se trae en los vuelos procedentes de las Islas Canarias. Hay que recordar que no pueden traer más de 200 cigarrillos, pero hay muchos que se lo saltan», afirma el sargento primero.
190 autoridades en 2011
Otra de las funciones que la Guardia Civil tiene en el aeropuerto de Santiago del Monte es el control de la sala de autoridades. En lo que va de año han pasado por ese espacio un total de 190 personas. «Se trata de personalidades que tienen un tratamiento especial concedido por la delegación del Gobierno: miembros de la realeza, del gobierno, de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado... en ningún caso son famosos, cantantes o deportistas, que es lo que suele pensar la gente», relata el sargento Simón López.
Otro miembro más del servicio de la Benemérita es Frodo, un pastor alemán capaz de detectar hasta el más pequeño resto de droga. Pertenece al servicio cinológico y casi de forma diaria se traslada al aeródromo «si hay algún equipaje sospechoso que llegue procedente de Latinoamérica o simplemente como labor preventiva».
Uno de los últimos servicios en el que tuvieron que intervenir, aunque ajeno a la competencia de la Benemérita, fue el accidente de avionetas en el que murieron cuatro ciudadanos polacos.
http://www.elcomercio.es/v/20110704/asturias/maletas-revisadas-20110704.html