Entre los terribles detalles que emergen poco a poco sobre la matanza de 68 personas en la isla de Utoya el pasado viernes figura la historia de Trond Berntsen, un expolicía de 51 años que ahora trabajaba como guarda de seguridad y, durante los veranos, realizaba horas extras en el campamento juvenil del Partido Laborista noruego. Berntsen fue una de las primeras víctimas de Anders Behring Breivik.

El vigilante privado se encontraba en el muelle de Utoya hacia las cinco de la tarde del viernes, cuando el pistolero llegó en el ferry que traslada a los pasajeros entre la isla y tierra firme. El hijo de diez años de Berntsen participaba este año en el campamento juvenil y, conmocionado, acertó a relatar después a los equipos de rescate cómo su padre trató de protegerle cuando Behring comenzó a disparar contra todo lo que se movía. El guardia estaba desarmado y fue fácilmente abatido por el tirador, recogió ayer el periódico noruego Dagbladet.

Berntsen era hijo del fallecido Rolf Berntsen, que estaba casado con la madre de la princesa Mette-Marit de Noruega. La esposa del príncipe Haakon y otros miembros de la familia real han visitado a lo largo del fin de semana a los supervivientes de los atentados y se han sumado a miles de ciudadanos en los servicios religiosos y actos de homenaje dedicados a las 76 víctimas del atentado de Oslo y el tiroteo de la isla de Utoya.

Una portavoz oficial, Marianne Hagen, evitó revelar detalles sobre la reacción de la familia real ante unos crímenes que afectan de manera tan cercana a uno de sus miembros. «Los pensamientos de la princesa heredera están muy cercanos» a los familiares de Trond Berntsen, dijo Hagen.

http://www.diariovasco.com/v/20110726/mundo/trond-murio-cuando-trataba-20110726.html