Denuncian por agresión múltiple a un vecino que está bajo vigilancia en A Coruña
El anterior gobierno local se vio obligado a contratar vigilancia privada a raíz de los continuos incidentes surgidos entre los vecinos y uno de los inquilinos.
Nada más cruzar el umbral del portal de un edificio de la ronda de Outeiro, en A Coruña, se percibe tensión. Desde hace meses, los inquilinos del bloque 400 de las viviendas municipales del Carmen viven en un constante campo de batalla. Más de una vez han declarado que tienen miedo. Por eso desde abril cuentan con vigilancia privada durante las 24 horas, contratada por el Ayuntamiento. El anterior gobierno local se vio obligado a tomar esta medida a raíz de los continuos incidentes surgidos entre los vecinos y uno de los inquilinos.
Entre ambos bandos suman más de medio centenar de denuncias interpuestas mutuamente, y las carpetas donde acumulan la documentación también contienen partes de lesiones, ya que lo que comenzó siendo una gamberrada ha derivado en agresiones. Vista la situación, el gobierno local inició en julio los trámites para desahuciar al vecino, ante la negativa del residente a abandonar el edificio de forma voluntaria.
El último de estos altercados sucedió el pasado jueves. David Rodríguez se encontraba en el portal hablando con otro vecino cuando el inquilino en cuestión, policía local, entró en compañía de su hijo y su perro. Tanto David como el otro vecino se apartaron para facilitarles el paso, pero su perro se acercó al otro para olfatearlo. «Lo quise coger en brazos para separarlo, y en ese momento le dio una patada», explicó este vecino. A raíz del incidente, David se encaró con él para pedirle explicaciones, momento que aprovechó el hijo para propinarle un puñetazo en el ojo. La situación se puso tensa, y tanto el otro vecino como la vigilante de seguridad intervinieron, y en consecuencia, también fueron agredidos.
Denuncia
Hasta el lugar se acercaron tres patrullas de la policía y una ambulancia del 061, que aunque en un principio iba a atender al herido, finalmente tuvo que trasladar al hospital a otra de las vecinas, que sufrió un ataque de ansiedad. Según explica David Rodríguez, tanto él como la vigilante de seguridad han denunciado los hechos ante la policía y cuentan con sendos partes de lesiones. «No es ninguna tontería, de momento veo borroso y no puedo desarrollar mi trabajo, porque no puedo conducir», lamenta. La empresa de seguridad tiene constancia del altercado, y lo enmarca dentro de los problemas que pueden surgir dentro del ejercicio de su trabajo.
http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2011/11/12/0003_201111G12P20995.htm