Aumenta el número de robos en comercios utilizando bolsos antimagnéticos
Los juzgados condenan a los autores por faltas al no sobrepasar el importe sustraído los 400 euros
La crisis económica agudiza el ingenio cada vez más hasta el punto de que los propietarios de establecimientos comerciales de la capital se las ven y las desean para evitar la sustracción de objetos eludiendo los equipos electrónicos de seguridad. Este tipo de hechos delictivos han aumentado en los tres últimos años en locales de la ciudad como supermercados, tiendas de cosméticos, ropa, zapaterías y grandes almacenes.
Pese a que las compañías de seguridad se afanan en convencer a los dueños de los establecimientos de las virtudes de sus equipos electrónicos, los hurtos de productos continúan produciéndose. «Rara es la semana en la que los seis juzgados de Instrucción no celebran vistas orales por denuncias de los encargados y propietarios de los comercios, que logran detener a estos ' avispados consumidores' al tratar de salir del local con el producto oculto y sin pagarlo», señalan fuentes judiciales.
ImaginaciónEl sistema más empleado es la utilización de los bolsos forrados con varias capas de papel de aluminio, que sirve como aislamiento para burlar los controles magnéticos de las prendas, zapatos y otros artículos. Hace un mes, el Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid condenó a una mujer como autora de una falta contra el patrimonio después de que fuese interceptada intentando llevarse en su bolso productos valorados en 138 euros.
La mujer, N. R. B., entró el 30 de agosto del 2011 en un local situado en el número 96 de la plaza de Zorrilla con un bolso forrado con este tipo de material, que impide que salte la alarma colocada en el objeto al pasar por el arco detector de la salida. La ahora condenada iba en compañía de otra mujer, respecto a la que no se pudo demostrar su complicidad en los hechos, por lo que fue absuelta. Fue la intuición del vigilante de seguridad, quien paró a la clienta para revisar su bolso, la que permitió su detención. Según la sentencia, N. R. había salido ya de la zona de la caja después de haber pagado otro artículo, actitud con la que pretendía no levantar sospechas. Sin embargo, el vigilante pudo comprobar como llevaba ocultos otros productos. Entre los artículos que fueron recuperados, se encontraban unos zapatos valorados en 15 euros, y que sí estaban en condiciones de venta. El resto, el establecimiento denunciante consideró que no tenía salida por lo que el juez ha condenado a la autora a pagar 123 euros por este concepto. Además le impone una multa por 90 euros por el hurto.
El magistrado dice en su fallo que con arreglo al Código Penal no se puede condenar a la mujer por un delito ya que el valor de lo sustraídos no supera los 400 euros y «no ha mediado en la acción ni violencia ni intimidación, ni fuerza en las cosas».
Sin embargo, el mismo Código establece la posibilidad de aplicar la agravante de reincidencia en la comisión de este tipo de faltas, lo que implicaría un delito si el juez lo aprecia si es el mismo autor.
http://www.elnortedecastilla.es/20120226/local/valladolid/aumenta-numero-robos-comercios-201202262046.html