El jefe de la misión europea reconoce que "con seis buques" no puede dar garantías a los pesqueros . La comunidad internacional y la UE donan más de 212 millones para acabar con la piratería

AGENCIAS / P. P. | BRUSELAS / VIGO El Ministerio del Interior autorizó a varios barcos que navegan por las peligrosas aguas de Somalia a llevar a bordo agentes de seguridad privada para hacer frente a la piratería que opera en la región y que ha obligado a Defensa a enviar un avión de reconocimiento a la zona. Según fuentes de Interior, se dio luz verde a la petición de los propietarios de varios buques ante la peligrosidad de estas aguas y los constantes asaltos de piratas a los barcos que operan en las costas del cuerno de África.

Se trata de una mera autorización administrativa que debe solicitar siempre cualquier empresa o institución que desee contar para su protección con algún tipo de seguridad privada. El nivel de protección que se puede contratar, sea armada o no, depende de las necesidades de seguridad de cada caso y está reglada por la Ley de Seguridad Privada.

Fuentes ministeriales no han querido desvelar el tipo de armas que podrán portar los guardias de seguridad contratados por los buques y han recordado que la mayoría de los barcos de países europeos que trabajan en estas aguas ya cuentan con seguridad privada a bordo.

A este respecto, el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, precisó que los armadores que deseen contratar seguridad privada para protegerse de la piratería frente a los costa de Somalia necesitarán un permiso específico.

Para que una persona se integre en una tripulación como vigilante privado -subrayó- necesita una "habilitación específica". Así, recordó que cualquier buque pesquero tiene unas normas de seguridad para todas las personas enroladas y que existe un cuadro de tripulaciones que regula el Ministerio de Fomento a través de las capitanías marítimas. "Cualquier persona a bordo de un buque, desde un marinero a un capitán tiene unas atribuciones y unos títulos homologados por Fomento", explicó Fragueiro, por lo que otro tipo de tripulante, como un científico, necesita una "autorización para enrolarse y un seguro específico, y todo eso hay que regularlo".

En paralelo, la Conferencia de Donantes en apoyo de las instituciones de seguridad en Somalia y de la misión de la Unión Africana recaudó ayer 164 millones de euros, para tratar de solucionar el problema de la piratería. Además, la CE anunció otros 48 millones para ayuda humanitaria, con lo que la ayuda total para Somalia llegó a los 212 millones.

Mientras, el jefe de la misión naval de la UE contra la piratería en aguas de Somalia, vicealmirante Philip Jones, dijo que cooperan activamente con los pesqueros que faenan en la zona pero que no puede dar garantías de seguridad. "No somos capaces, con seis buques, de dar garantías", reconoció y señaló que los piratas atacan "cada vez más lejos" de las costas de su país.

Es una decisión "muy difícil de valorar", aseguró ayer Julio Morón, responsable de la asociación Opagac, una de las que engloba a la flota atunera española a propósito de la posibilidad de que los buques cuenten a bordo con seguridad privada. "Por mi información creo que sólo se autorizó seguridad privada para un buque cablero y, con respecto a nosotros, por una parte, podríamos sentirnos más seguros, pero, por otra, quizás pueda provocar una escalada de violencia que no deseamos", señaló Morón.

El portavoz de Opagac quiso dejar claro que la apuesta del sector por la seguridad en el Índico está en la que debe ofrecer el contingente militar desplegado por la UE en aquellas aguas. "Nosotros seguimos confiando en que sean los efectivos de la operación Atalanta los que nos protejan antes de inmiscuirnos en algo que no es de nuestra competencia, que es sólo la pesca", precisó Morón.

Mientras, el representante de una armadora que cuenta con un buque atunero en la zona y que prefirió no ser identificado, se mostró abiertamente en contra de asumir seguridad privada en los buques. "Si tenemos unas fuerzas armadas, no digo ya España sino la UE, y unas fuerzas de seguridad que costeamos con nuestros impuestos no veo la necesidad de que seamos las empresas las que tengamos que asumir ese coste añadido". "Lo nuestro es la pesca y nuestro trabajo no tiene nada que ver con las armas a bordo; de momento creemos que el dispositivo organizado por la UE en la zona está funcionando y habrá que ser un poco pacientes", explicó este armador.

Además, recordó que "desde hace unos días recibo muchas ofertas de empresas de seguridad privada y parece que lo que hay es interés en hacer negocio a nuestra costa", indicó.



Flota atunera navegando por aguas del océano Índico. / efe

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