La rutina en el centro de salud de El Saladillo ha vuelto a verse alterada por un nuevo intento de agresión. Según ha podido saber este diario, los hechos tuvieron lugar el pasado viernes 21 de agosto a las nueve y media de la mañana cuando un usuario quiso que le atendieran media hora antes de su turno.
Concretamente, un varón joven llegó al centro sanitario acompañado por un familiar con cita previa para las diez de la mañana. Aunque no le tocaba pasar al médico de cabecera 30 minutos antes, éste se introdujo en la consulta por su propia voluntad. Ante esta actitud, los médicos le aconsejaron que aguardara su turno pero el joven sacó un arma blanca para amenazar al personal sanitario. De inmediato, alertaron al vigilante de seguridad.
El joven, que amenazó a la médico de cabecera y a un doctor de otra consulta, había sufrido un accidente e iba con un collarín. Testigos del suceso expresaron que el paciente, que portaba una navaja, alteró en extremo la normalidad del centro sanitario.
Asimismo, según ha tenido conocimiento Europa Sur, tres horas más tarde tras llevarse la Policía Local al individuo, el hermano del joven acudió al centro donde profirió amenazas a los presentes para amedrentarles.
No es la primera vez que la paz en el ambulatorio de El Saladillo se ve salpicada por incidentes de este tipo. De hecho, hay sanitarios que han pedido su traslado a otro centro por la falta de seguridad en el trabajo. Si bien, este centro cuenta con vigilancia de seguridad privada, por la noche, que también funciona como centro de urgencias, no existe personal contratado para estos fines.
En cualquier caso, los sindicatos sanitarios ya denunciaron el verano pasado otras agresiones sufridas por trabajadores del centro de salud de la barriada de El Saladillo. En una de ellas, un celador recibió una patada de un paciente. En otra, con un patrón parecido, un paciente exigió que se le atendiera casi a la voz de ya. Tampoco era posible una asistencia inmediata y mucho menos en esos términos. Todo acabó en un incidente. Una pediatra y un celador fueron increpados e insultados. El Área Sanitaria informó entonces de que en el centro trabaja un vigilante de ocho de la mañana a ocho de la tarde y que existen cámaras de seguridad tanto internas como externas. También se programó la instalación de un botón antipánico, un sistema de seguridad que está conectado a la centralita y que actúa cuando es pulsado a la vista de algún incidente. Pese a estas medidas, lo cierto es que el personal sanitario se encuentra atemorizado ante individuos de este tipo. Este diario contactó ayer con el sindicato CSI-CSIF del Campo de Gibraltar, que de inmediato condenó los hechos y se solidarizó con los compañeros afectados a los que ofreció todo su apoyo.
http://www.europasur.es/article/algeciras/499879/amenaza/con/una/navaja/personal/centro/salud/saladillo.html