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La llamada de la sangre hizo a José C.B. ‘perder los papeles’ y agredir a un vigilante de seguridad del centro comercial Alcalá Magna después de que éste expulsara del complejo a su hija de 14 años cuando intentaba hurtar en una de las tiendas.
A primera hora de la mañana del pasado día 9, la adolescente, acompañada de una amiga, acudió al centro comercial con un bolso apantallado para evitar los dispositivos de seguridad. Los vigilantes la habían detenido en un par de ocasiones tras varios hurtos en los establecimientos de la zona por lo que invitaron a las adolescentes a abandonar el lugar.
Por la tarde, el padre, José C.B., acompañado de otro hombre, Vicente G.G., acudieron al centro comercial para reprochar al vigilante de seguridad su comportamiento, amenazándole incluso de muerte según aseguró la víctima.
Mientras esto ocurría en los pasillos del complejo, en un establecimiento se recibía el aviso de que una joven había intentado robar y fue reducida por unos policías de paisano. Cuando el vigilante comprobó que se trataba de la hija de José, los insultos de éste se convirtieron en una agresión física. Según fuentes policiales, José y su acompañante propinaron presuntamente patadas, puñetazos y arañazos tanto al vigilante de seguridad como a los dos policías a los que causaron lesiones de carácter leve.
Hasta el lugar se desplazaron varias patrullas de la Comisaría que se llevaron detenidos a las dependencias policiales a los dos presuntos agresores y a la hija de uno de ellos. Los primeros están acusados de un delito de lesiones graves y atentado a la autoridad. La menor, de un presunto delito de hurto en grado de tentativa.