AGENCIAS
BARCELONA
La agresión a un estudiante y a una vigilante del centro, así como la dificultad por llevar a cabo algunas clases han sido los desencadenantes de la orden desalojo de estudiantes del vestíbulo del edificio histórico de la Universitat de Barcelona (UB), tras cuatro meses de ocupación contra el plan de Bolonia, según ha explicado hoy su rector, Dídac Ramírez. Era "necesario" desalojar a los estudiantes porque en los últimos días "habían traspasado la línea roja" y "había que evitar una escalada de violencia." ha asegurado.
Según ha dicho el rector a los medios de comunicación congregados en el Saló de l'Ensenyament, los estudiantes han traspasado "la línea roja" porque ayer un alumno "de la facultad de Geografia i Historia fue agredido por otro estudiante, una vigilante presentó una denuncia por agresión, la vicerrectora no pudo impartir su clase y durante el fin de semana algunos manifestantes se mostraron agresivos con el personal del edificio histórico".
Lamenta que "las cosas hayan acabado así"
Los Mossos d'Esquadra han desalojado hacia las cinco de la madrugada al centenar de estudiantes que permanecían encerrados desde el pasado 20 de noviembre en el edificio histórico del rectorado de la UB para protestar por el plan de Bolonia.
Ramírez ha dicho que "las fuerzas de seguridad tenían orden de desalojar pacíficamente a los estudiantes" y, según le consta al rector, "el desalojo se ha desarrollado dentro de la normalidad y sin incidentes". Las tres detenciones practicadas y los momentos de violencia se han vivido "fuera de las puertas de la universidad", donde el rector ya no tiene autoridad, ha dicho Ramírez.
Aunque el rector ha reiterado que los incidentes ocurridos esta mañana fuera de la universidad no son responsabilidad suya, ha lamentado que "las cosas hayan acabado así". "Siento mucho que las fuerzas de seguridad hayan tenido que entrar en la Universitat, pero también tengo que decir que los Mossos de hoy en día no tienen nada que ver con los grises delante de los cuales a mí también me toco correr", ha señalado.
Incertidumbre y desesperanza
Ramírez ha explicado que ha permitido la ocupación del edificio histórico durante cuatro meses porque está "a favor del diálogo", pero ha añadido que "tal como estaban planteadas ahora las cosas, no se podía llegar a ningún lado". No obstante, el rector ha anunciado que mantiene "la puerta abierta" para todos aquellos que "hasta ahora se han mantenido muy críticos con el plan de Bolonia", pero "quieran trabajar por el bien de la universidad".
En su opinión, el diálogo tiene que canalizarse dentro un plan de seguimiento de la implantación del plan de Bolonia, pero tiene que aplicarse porque "ha sido aprobado por el claustro y no podemos ir contra la legalidad".
Respecto a la escalada de violencia que, en su opinión, se estaba produciendo dentro de la universidad, el rector ha asegurado que "hay que buscar las causas en la sociedad" y en "la crisis económica que estamos sufriendo y que provoca incertidumbre y desesperanza".
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