http://www.elpais.com/articulo/madrid/campamento/proximos/parados/elpepuespmad/20090501elpmad_1/Tes
La primera vez que la pisó era sólo una explanada. Román, al que llaman El Abuelo, acabó la mili y empezó a trabajar en Azca. No había torres, túneles, ni jardines. Sólo tierra. La tierra que ellos movían de lunes a viernes y donde los fines de semana jugaba al fútbol como un chaval más. Ahora, tras la calva peina canas (como la mayoría de sus colegas), está al borde de los 60 y a punto de irse al paro. Jesús Román, que habla con ojos húmedos, es uno de los 22 trabajadores de Con-Azca 2, en pie de guerra para no engrosar las listas del Inem. El asunto está difícil. Casi perdido. Pero todos se han metido en un jardín, literalmente, para no rendirse.
459.000 parados
Los sindicatos pedirán mayor protección para los desempleados en el Primero de Mayo
Los acampados de Con-Azca 2 llevan una gorra en la que piden que el Ayuntamiento se subrogue en las obligaciones de la empresa para pasar a ser empleados municipales.- ISAAC F. CALVO
Y mientras comen, hablan de política, de la partida de tute; por un rato olvidan
El paro crece imparable en Madrid. Unas 1.250 personas pierden su puesto de trabajo cada día. Ya son 450.000, casi el doble que el año pasado. En medio de una crisis, con el panorama negro y las peores cifras en aumento, 22 hombres pelean por su derecho a un trabajo al que le han dedicado la vida. Ésta es su historia.
El campamento -siete tiendas para dormir y una como salón cocina- está plantado sobre el césped en mitad de la plaza de Azca. Pasan juntos el día y se turnan por las noches con el uniforme puesto, carteles y la música que sale de un ordenador. Llevan casi dos semanas acampados, con la plaza llena de la basura que se han negado a recoger (y que a veces ellos mismos esparcen) y la hierba que ya no cortan creciendo sin parar. Son electricistas, fontaneros, jardineros, vigilantes de seguridad, albañiles, administrativos, personal de limpieza y conductores. El mayor tiene 63 años. El más joven, 43. Casi todos llevan cerca de 30 al cuidado de tres plantas de túneles y de la superficie por un sueldo de 1.200 a 1.800 euros netos al mes. Lo conocen, aseguran, como la palma de su mano.