Expertos aseguran que, de cumplirse la normativa de seguridad, los aficionados deberían llevar casco en la Tribunona y en la grada norte mientras dure la obra
M. CASTRO
A las obras se entra con casco y con botas con puntera metálica. Incluso los visitantes. Esas medidas, previstas en la legislación que regula la prevención de riesgos laborales, son las que en principio tendrían que cumplir los espectadores que se sienten en la Tribunona y en la grada norte de El Molinón, que previsiblemente estarán en obras cuando comience la Liga el próximo mes de septiembre. El Ayuntamiento está buscando alguna alternativa «legal» que garantice la seguridad y permita mantener el aforo sin la pintoresca escena de ver a una parte de la afición con indumentaria de obra.
La obra de la Tribunona la está ejecutando Constructora Hispánica. Para cuando comience la Liga, estará parcialmente ejecutada. La idea del Ayuntamiento es permitir a los abonados asentarse en la zona central de la Tribunona mientras la obra avanza hacia ambos extremos. Los aficionados que vayan a la grada Norte, cuyas trabajos han sido adjudicados a Procoin, se sentarán inicialmente en la parte más próxima al campo mientras se ejecuten las obras en la zona superior. Cuando esta última esté disponible, pasarán a sentarse en ella y comenzarán los trabajos en los graderíos inferiores. La cubierta de la grada norte será la última parte de esta obra que se acometa.
Si la posible insuficiencia del aforo del estadio al inicio de la Liga es un problema, mayor es el de seguridad que implica el uso de un estadio abierto en canal por la maquinaria de las constructoras. El presidente de la Asociación de Gestores de la Prevención 28 de Abril, Alfonso Martínez, explica: «En toda obra civil, o la dirección de obra o el coordinador de seguridad es responsable del control de entrada de cualquier persona, que necesita una autorización y que existan las condiciones de seguridad adecuada que eviten accidentes». Unas condiciones que, como mínimo, suponen el uso de «calzado de seguridad y casco», porque si entran en el recinto de las obras «tienen que estar protegidos contra los riesgos» que hay en las mismas.
Responsables de Constructora Hispánica y de Procoin declinaron indicar qué medidas incluían en sus respectivos planes de seguridad (obligatorios por ley) para permitir el acceso a la Tribunona y a la grada Norte de los aficionados mientras no se concluyeran las obras. En ambas empresas remitieron al Ayuntamiento de Gijón, que es el promotor. «No va a haber ningún problema para el 12 de septiembre», con vistas al inicio de la Liga en El Molinón, porque «estamos hablando del tema con las constructoras y con el Sporting para buscar una solución y que los abonados puedan usar sus asientos. Habrá una solución legal que garantice la seguridad y las evacuaciones», indicó el concejal de Deportes, José Ramón Tuero.
Aunque el Ayuntamiento aún no tiene esa solución que busca, Tuero asegura que los aficionados «no van a entrar con casco ni botas de seguridad» e insistió en que «estamos buscando todas las soluciones legales». El edil no adelantó por dónde puede ir esa solución para compatibilizar el uso del estadio en condiciones de seguridad con las obras en curso. «Estamos en ello», insistió. El edil admitió que el asunto «es complejo», pero garantizó que la solución que se dé «no será ilegal ni hará que los espectadores tengan problemas de seguridad». Agregó que el Ayuntamiento anunciará con tiempo cuál va a ser la salida a esta situación, «cuando tengamos la solución».
El asunto es peliagudo, porque el acceso a una zona en obras exige la indumentaria de seguridad adecuada, según coinciden varios expertos en prevención de riesgos laborales consultados por este periódico. La única salida que vislumbran algunos de ellos es acotar adecuadamente la zona que se considere acabada de aquélla en que se sigan ejecutando los trabajos, por ejemplo con algún tipo de vallado protegido por vigilantes de seguridad. Otros consideran que ni con esta medida se cumpliría la normativa y advierten de que las empresas podrían tener que afrontar indemnizaciones económicas por reclamaciones de espectadores que sufran lesiones o digan haberlas sufrido en la Tribunona o en la grada Norte.
Si la empresa adjudicataria no acelera las obras para que los trabajos en el estadio repercutan lo menos posible en el inicio de la temporada, habrá quien acabe dándose de cabezazos contra la tribunona. Y eso, mejor con casco.
http://www.lne.es/gijon/2009/08/15/gijon-cabeza-molinon/795463.html