El sector de los seguros calcula que los robos callejeros también han aumentado hasta un 35% en la capital aragonesa. La federación del pequeño comercio denuncia el repunte y reclama una mayor presencia policial en las calles
V. L. / J. A. / I. A. U. Zaragoza
Lunes 7 de septiembre. Una joven de 20 años es detenida por robar género en un centro comercial de la zaragozana avenida de María Zambrano. Martes 8. En poco más de cuatro horas, tres individuos son detenidos por hurto en establecimientos de la ciudad. Miércoles 9. Otra joven de 23 años intenta salir de un centro comercial de Valdefierro sin abonar la mercancía que ha cogido. El parte policial de esta semana pone en evidencia el repunte de los hurtos y robos que sufre la capital desde hace meses y que los empresarios achacan directamente a la crisis.
La coyuntura económica no solo ha reducido las ventas del comercio, sino que también está castigando a grandes superficies y detallistas por el fenómeno de los hurtos, que se ha disparado hasta en un 20% en Zaragoza en el último año. Las sustracciones se han extendido de tal manera que afectan incluso a productos de alimentación de primera necesidad, algo inédito hasta el momento, según reconocieron responsables de supermercados de la ciudad.
El sector de los seguros estima que también ha aumentado entre un 30% y un 35% los robos callejeros en la capital. "La siniestralidad por hurtos y robos no para de crecer y seguirá así si persiste la destrucción de empleo, aunque buena parte no consta en la estadística oficial porque su importe es inferior a 400 euros y los afectados desisten de denunciar al tipificarse como faltas", apuntaron dos directivos de Zaragoza.
Productos de primera necesidad
Las grandes superficies son reacias a detallar los datos, pero reconocen un repunte de los hurtos en la línea de otras grandes ciudades españolas, al igual que las asociaciones de comerciantes y las empresas de seguridad. "Ha habido un aumento en el hurto comercial, sobre todo en lo que afecta a los alimentos y otros productos de primera necesidad. Se nota que la gente tiene problemas hasta para comer", apuntó el gerente de Eulen Seguridad para Zaragoza y Huesca, Luis Jimeno.
El secretario de la Federación del Pequeño Comercio de Zaragoza, Vicente Gracia, aseguró ayer que existe preocupación entre los detallistas, ya que han detectado una "mayor incidencia" de sustracciones que el año pasado. "Nosotros no hemos hecho una estimación, pero sí existe un importante repunte y se deben tomar cartas en el asunto", resaltó.
Vicente Gracia reclamó una mayor presencia policial en la calle que ayude a disuadir y lamentó que la erradicación del problema "está lejos de conseguirse".
El gerente de Prosegur en Aragón, Jesús Ibáñez, apuntó que este repunte no va acompañado de actos violentos. "El paro se ha duplicado y eso lleva a que algunas personas se vean obligadas a robar para tener qué comer. Ese es el drama, porque por lo general, no se trata de robos agresivos", dijo.
Este directivo indicó, no obstante, que también hay bandas organizadas que roban por encargo "siguiendo una especie de 'lista de la compra", aunque esta práctica es menos habitual.
Gerardo Gracia, presidente de la asociación de comerciantes de Las Fuentes, coincide con Ibáñez: "Mucha de la gente que está robando son personas que hace unos meses no se habrían atrevido a hacer algo así". Gracia también resaltó que este fenómeno es relativamente frecuente en Las Fuentes por tratarse de un barrio obrero. "Es raro que un cliente no tenga algún familiar o amigo que se encuentre en el paro. Y ya se sabe, cuando la necesidad aprieta...", comentó.
Los comerciantes de la zona de Don Jaime también se han percatado de este problema. "Siempre ha habido muchos robos, pero últimamente sí que han aumentado los hurtos al descuido", explicó el representante del sector, Óscar Sanz. Antes eran grupos organizados y con experiencia, pero ahora la situación está cambiando. "Las bandas al final van desapareciendo. La primera vez que entran a robar te la cuelan, pero luego acabas conociéndolos, sabes cómo actúan y tienen que dejar su estrategia", comentó.
Pero ahora se nota un repunte de otro tipo de robo. La gente ya no actúa de una manera tan premeditada. Los clientes van a la tienda y si en algún momento se dan cuenta de que los dependientes están distraídos aprovechan y se llevan algo. Un bolso, una bolsa de la compra o hasta el carro de los niños puede ser un buen escondite para cualquier cosa que caiga dentro por 'descuido'. "A veces son clientes de toda la vida", comentó Óscar. "Y eso es algo que da mucha rabia. Los robos suelen ser testimoniales, pero pensar que te han engañado es inevitable".
Los que sí que han sufrido fuertes pérdidas económicas son las tiendas de telefonía móvil, donde desde hace algunos meses se han visto obligados a suprimir los ejemplares de exposición por maquetas. Según explicó Óscar, en todos los casos siguen una metodología similar. Un grupo de extranjeros entran en el establecimiento. Dos de ellos empiezan a hablar con el dependiente. Los problemas con el idioma hacen tener a el comerciante más entretenido de lo normal. Así, los otros miembros del grupo aprovechan esos momentos y llave en mano, van aflojando los tornillos de la vitrina hasta que consiguen hacerse con el botín sin que el personal del establecimiento se haya dado cuenta.
Causas que favorecen los robos
Los comerciantes reconocen que detectar un hurto es más complicado de lo que parece. Los motivos son varios. En las grandes superficies y estabecimientos amplios suele haber muchos recobecos en los que esconderse para ocultar cualquier objeto. Además, la falta de personal todavía pone las cosas más fáciles.
Las asociaciones apuntan a esta situación como otro de los motivos que ha favorecido el aumento de los hurtos. "Se contrata a menos personal y los trabajadores no pueden estar atentos a todo", comentó Gerardo Gracia. Las compañías de seguridad también reconocen que la contratación de sus servicios ha descendido. "El volumen de horas contratadas ha caído un 15%, y eso, a su vez, favorece los pequeños hurtos porque baja la vigilancia", explicó Emilio Lorente, de Securitas en Aragón.
Desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) destacan otro motivo que ha favorecido la situación. Su coordinadora nacional del comercio, Ángeles Pelegay, señaló que "la seguridad en la calle la hacen los establecimientos". Y explicó: "Estamos viviendo un goteo continuo de tiendas que tienen que cerrar. Entonces las calles se quedan sin comercios y se vacían". Según Pelegay esta situación brinda más oportunidades de actuar a los ladrones y genera inseguridad entre los comerciantes.
Mientras, la picardía sigue actuando. Bolsos forrado de papel de aluminio para evitar las alarmas, liar a los dependientes con las vueltas o cambiar un bote de colonia a la caja de otro más barato. Diferentes trucos con un mismo final: una caja que no cuadra.
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/13bd3_los_hurtos_disparan_por_crisis_afectan_productos_primera_necesidad.html