elcorreodigital.com - 31/08/08 - Bilbao
Los polígonos industriales son las principales víctimas de robos en Vizcaya y, pese a estar dotados durante todo el año de sistemas de alerta, en vacaciones se quedan vacíos y los propietarios intentan suplir esta carencia con seguridad privada «presencial. Algunos la contratan sólo en vacaciones y otros que ya la tienen durante el resto del año duplican el número de vigilantes», explican en Presercom. Esto implica que las empresas del sector tengan que ampliar sus plantillas «hasta un 25%». El caso más habitual es «tener contratado servicio de rondas nocturnas y pasar a vigilancia las 24 horas».
Los profesionales del ramo aseguran que a las empresas «nos siguen robando como siempre. Están las bandas del Este que acceden por los tejados y el típico quinqui que estrella la furgoneta contra la puerta». Sin embargo, los cacos son capaces de esquivar con más facilidad al vigilante. «Desde que tenemos teléfonos móviles, no hay más que avisar de que el vigilante está en una esquina para entrar por la otra. Se pueden tirar una noche dentro. Ojalá pusiera todo el mundo dos vigilantes o si no complementar con cámaras la seguridad presencial», comenta Alberto Fernández.
No pueden detener
Además, hay cámaras que detectan el paso de personas y alertan al vigilante con un pantallazo o con un sonido. «Esto también permite que el guarda esté menos expuesto porque con el ladrón localizado puede llamar a la Policía. Hay que recordar que los vigilantes sólo pueden retener, no detener y es difícil que un solo vigilante pueda actuar contra tres o cuatro intrusos».
Actualmente, las empresas más golpeadas por los saqueadores son las que trabajan con cobre, y después el sector de fundición de aluminio y bronce. «En un polígono industrial, hace poco llegaron a llevarse todo el cableado a través de las arquetas», recuerda Fernández. «Hay chatarrerías con hornos que funden todo el material y eliminan las marcas identificativas de cada pieza, así que luego consiguen incluso revender el material a la empresa a la que se lo han robado».
Los expertos en seguridad saben que los intrusos cada vez tienen sistemas más sofisticados, «sobre todo las bandas del Este, muy metódicos. Saben lo que hay en la empresa, los horarios... Ellos no hacen un golpe sin estar seguros de conseguir un buen botín». Para contrarrestar esta eficiencia, las empresas de seguridad sugieren que todo el personal de la empresa tenga «precaución. Muchos llegan por la puerta con su traje y corbata, miran, estudian el lugar, saben quién es el gerente... Por eso es importante que si un empleado observa a un desconocido en el polígono, se asegure de que, realmente, tiene una cita con alguien de la empresa», concluyó.