Varias personas amenazadas han rechazado el cambio propuesto por Interior y han exigido seguir con ertzainas.
El Departamento de Interior que dirige el socialista Rodolfo Ares ha privatizado ya algunos de los servicios de escolta que prestaba la Ertzaintza. Interior ha sustituido en los últimos meses a agentes de la Policía vasca especializados en esta tarea por escoltas de empresas de seguridad privada. Los cambios han afectado a cinco destacados miembros de la judicatura vasca y a numerosos responsables políticos del Gobierno vasco, cuyas identidades DEIA mantiene en el anonimato por motivos de seguridad. Según las fuentes consultadas, varias personas obligadas a llevar escolta por la amenaza terrorista han rechazado el cambio y han hecho llegar a la consejería de Ares su deseo tajante de continuar bajo la protección de ertzainas.
Estas sustituciones de agentes de la Policía vasca por escoltas privados acarrearían la salida de 52 agentes de la Ertzaintza de la Unidad de Acompañamientos, según la denuncia efectuada por el sindicato ESAN en una nota pública. Interior manejaba ya un listado con los nombres y destinos de origen de estos 52 ertzainas. Actualmente, todos ellos se encuentran en "bolsa de trabajo"; es decir, a la espera de que se les requiera para un posible servicio de escolta. "Con la privatización del servicio, a algunos no nos queda más remedio que pasar las horas en casa a la espera de que nos reclamen. Si no se hubieran contratado escoltas privados no estaríamos perdiendo el tiempo en casa", comenta un ertzaina afectado.
Los cambios en el sistema de protección han afectado a destacados miembros de la magistratura. Algunos de ellos, por ejemplo, llevaban más de una década bajo la protección de ertzainas. Además de ofertarles un servicio "tan profesional" como el de los agentes de la Policía vasca, en algunos casos también se les ha asegurado que, por ejemplo, con la protección privada dispondrían de un vehículo de gama más alta al que utilizaban los ertzainas.
QUEJAS EN EL GOBIERNO
No son los únicos afectados por la privatización de la protección. Hasta la llegada del PSE al Gobierno, la seguridad de altos cargos del Ejecutivo vasco recaía siempre en ertzainas (berrozis en algunos casos y agentes adscritos a la Unidad de Acompañamientos en otros). El departamento de Ares ha variado esta forma de proceder y ha colocado seguridad privada a algunos de los altos dirigentes del actual Gobierno que en sus primeros días en el cargo gozaron de la protección de la Ertzaintza (con las consiguientes quejas de algunos). También ha retirado del control del cuerpo policial vasco a los consejeros salientes del Gobierno Ibarretxe.
Las mismas fuentes del departamento de Interior consultadas por DEIA días atrás aseguraron que todos estos cambios son producto de un acuerdo entre el Ministerio del Interior español y la consejería de que dirigió Javier Balza. Según el departamento de Ares, todo aquel amenazado que debe llevar protección de la Ertzaintza, la lleva. Y quienes no la llevan es porque no cumplen el perfil acordado en dicho acuerdo, aunque antes sí la llevaran.
Las primeras noticias sobre la posible privatización del servicio de escolta llegaron en una reunión de Rodolfo Ares con sindicatos el 2 de junio. En la cita, el consejero adelantó su intención de realizar un estudio para determinar las necesidades de protección y cómo podían solventarse. El dirigente socialista avanzó a los presentes su predisposición por privatizar el servicio con empresas profesionales. Esta intención chocaba de plano con la reivindicación de los ertzainas de que la Unidad de Acompañamientos tuviera entidad propia dentro del cuerpo.
Las dudas sobre el futuro se despejaron en una reunión que mantuvieron en Erandio el 14 de setiembre a las 9.30 horas agentes implicados y el jefe de la Unidad, responsable máximo de los tres territorios de la CAV. En la misma, este jefe les comunicó que había orden de reestructurar el servicio de acompañamientos y que sobraban 52 de los 254 ertzainas adscritos a la unidad. El sindicato ESAN atribuye la salida de todos estos agentes a la privatización de servicios como los prestados a algunos miembros de la magistratura o del Gobierno vasco. Este medio centenar de agentes debía haber regresado a su destino anterior a su entrada en el servicio de acompañamiento de la Ertzaintza.
más presencia Los medios consultados atribuyen la medida planteada por el departamento de Interior a la búsqueda de una mayor presencia de ertzainas en las calles, uno de los objetivos planteados por Ares para su mandato. Sin embargo, el trueque de los 254 agentes de la policía vasca por escoltas privados sólo se traduciría en veinte patrullas más, según estadísticas internas de Interior.
http://www.deia.com/es/impresa/2009/10/02/bizkaia/politika/600921.php