Las empresas y Defensa se reúnen hoy para abordar las medidas de seguridad ante los ataques de piratas reclaman armas más eficaces para hacer frente a la pirateria
La legislación española es insuficiente para hacer frente a grupos pertrechados con automáticas y lanzagranadas
bilbao. Representantes del Ministerio de Defensa y del Gobierno español se reunirán hoy con representantes de armadores y de trabajadores de atuneros del Estado que faenan en el Índico para analizar la situación en aguas del océano y avanzar en las medidas de seguridad y la protección de la flota atunera. Inicialmente, armadores y administración siguen sin coincidir a la hora de señalar la solución adecuada para la situación de inseguridad en la que están inmersos los atuneros, por lo que las empresas reclamarán que se amplíe el tipo de armamento que se podría embarcar legalmente a bordo con agentes de seguridad privada para poder ganar en eficacia.
Mientras los responsables de las empresas propietarias de los barcos insisten en la necesidad de embarcar unidades de infantería de marina, siguiendo el eficaz ejemplo francés, el Gobierno español descarta esta posibilidad con el insistente argumento de que no está contemplada en la legislación española y no es posible desde el punto de vista operativo.
En este sentido, cabe recordar que el Congreso de los Diputados rechazó en septiembre una propuesta presentada por el PNV para instar al Gobierno a embarcar infantes de marina a bordo de los atuneros congeladores. Así las cosas, la seguridad privada se antoja la alternativa en la que pueden confluir ambas partes. Los armadores son conscientes de que la situación en el océano Índico es insostenible. Los barcos que navegan enarbolando pabellón español, o lo que es lo mismo, sin servicio de seguridad a bordo, no se atreven a faenar en las zonas habituales de pesca ante la eventualidad de ser objeto de un ataque pirata. Estos barcos deambulan por la zona central del Índico sin obtener rentabilidad alguna a su actividad toda vez que no localizan cardúmenes de atún, y por ende no obtienen capturas.
renovar la flota Las empresas del sector atunero-congelador no pueden continuar manteniendo los barcos en el mar sin pescar. Las pérdidas económicas son considerables y se acumulan un día sí y otro también en un sector seriamente endeudado por las fuertes inversiones realizadas en la modernización de la flota. El propio Alakrana, que cumple ya 14 días secuestrado en manos de los piratas somalíes, es uno de los últimos ejemplos del notable esfuerzo realizado por los armadores y el Gobierno vasco para renovar la flota y contar con modernos buques pesqueros.
Así las cosas, la posibilidad de embarcar seguridad privada se antoja una de las escasas soluciones que le restan al sector para garantizar la seguridad de sus embarcaciones en el Océano Indico. Los armadores están dispuestos a sufragar los gastos ocasionados por el embarque de seguridad privada en los barcos. No obstante, está opción exige una serie de modificaciones en la legislación española. Uno de los obstáculos a superar para alcanzar un acuerdo entre la administración española y sector atunero-congelador se centra en el tipo de armamento permitido en las embarcaciones.
En la actualidad, el tipo de armas recogido en la legislación española para su empleo por agentes de empresas de seguridad privada se antoja absolutamente insuficiente para hacer frente a grupos de piratas pertrechados con armas automáticas y lanzagranadas. Este aspecto será el principal caballo de batalla en la reunión prevista para hoy en Madrid entre representantes del Gobierno español y responsables de las empresas del sector atunero-congelador, una vez que dan por imposible sus insistentes peticiones de embarcar a militares a bordo.
mercenarios Mientras los pesqueros sin seguridad a bordo se dedican a gastar combustible recorriendo sin éxito cientos de millas en una zona en la que no hay pescado, los cinco barcos bermeanos con bandera de Seychelles que han embarcado agentes especializados a bordo, faenan con cierta normalidad al oeste-noroeste del archipiélago seychelliano. Los barcos franceses cuentan con infantes de marina a bordo desde el inicio del verano y la realidad ha demostrado la eficiencia de los hombres destacados en los atuneros galos.
De hecho, en la última semana los piratas somalíes han tratado de abordar sin éxito dos pesqueros franceses y un buque de su Armada. La actuación de los infantes de marina resultó clave para repeler el ataque de embarcaciones piratas. Cuatro soldados velan por la seguridad del pesquero. Uno de ellos se sitúa en popa, donde habitualmente se pliega la red. Otro de los agentes armados se ubica en lo más alto del atunero, en la cofa, desde donde se puede divisar la presencia de cualquier embarcación sospechosa. Los otros dos soldados se emplazan en los aledaños del puente de mando, uno en el costado de babor y otro en el de estribor.
En definitiva, los armadores del sector dejarán claro al Gobierno que la flota atunero-congeladora no puede continuar faenando en el Océano Índico con la situación de absoluta inseguridad e indefensión que se vive en la actualidad. Los efectivos desplegados por la Unión Europea en la Operación Atalanta se han demostrado insuficientes para garantizar la seguridad de los pesqueros. La flota de buques de guerra y aviones desplazada al Índico por países de la UE garantiza el libre tránsito de buques mercantes por el Golfo de Adén rumbo al Canal de Suez pero no ofrece suficiente protección a los buques pesqueros.
http://www.deia.com/2009/10/15/sociedad/los-armadores-exigiran-al-gobierno-ampliar-el-armamento-permitido-en-la-seguridad-privada